“Estamos -10, estamos en 2015”, sostiene Armando Traferri y pone una línea de largada para el peronismo santafesino ahora que acaba de renovar autoridades partidarias. Pero la cuestión de fondo parece ser la carrera hacia la meta 2027 cuando vuelva a ponerse frente a las urnas.  

La referencia al 2015 no es al voleo. En aquel momento el peronismo perdía la Casa Rosada después de 12 años y el hormiguero estaba convulsionado. Recién en 2017 se acomodaron en Santa Fe con el Nuevo Espacio Santafesino (NES) por un lado, y el resto de las tribus que fueron acompañando el recambio nacional con Cristina Fernández (Unidad Ciudadana). Todo terminó con Omar Perotti como candidato a gobernador. 

Es una carrera larga en la que deberá reconstruirse luego de la dura derrota en la provincia a manos de Unidos que llevó al radical Maximiliano Pullaro a ganar por amplio margen y asegurarse gran cantidad de intendencias, y la mayoría en ambas cámaras, incluido el Senado donde el peronismo pisaba fuerte desde hacía más de tres décadas.

Esa reconstrucción tiene algunas premisas que empiezan a arrojarse sobre la mesa para empezar a materializarse y que no queden en deseos. 

El recambio generacional que promueven los dirigentes es a medias: el nuevo presidente del PJ es Guillermo Cornaglia, un ex senador de larga trayectoria que responde a ese grupo de poder que aún permanece en el Senado con el impulso de quien abre esta nota con una frase. 

Lewandowski ganó la interna a gobernador y pretendía presidir el PJ
Lewandowski ganó la interna a gobernador y pretendía presidir el PJ

Hay experiencia y sostén económico en el partido, algo que se intentará mechar con figuras sub-50. La segunda línea dirigencial se completa con renovación: el diputado nacional Eduardo Toniolli del Movimiento Evita, Marcos Cleri, la kirchnerista María Luz Rioja y Rosana Fornasiero. Todos jóvenes que hace rato están en política y deberían ser los que aporten ideas nuevas. Suena bonito, parece difícil, dicen.

Quien pretendía ser la renovación era Marcelo Lewandowski. El rosarino entendía que por haber ganado la senaduría nacional en 2021 y la interna a gobernador 2023 le correspondía la presidencia a su sector. Los otros no compartieron la misma lógica; incluso Cornaglia no pudo ser reelecto. No compartió las formas del grupo de senadores y se corrió. Lewandowski será primer congresal del partido.

El otro hit que cantan más que nunca es la amplitud, abrir el partido a nuevas corrientes y ponen de ejemplo a su verdugo: el frente de frentes Unidos que juntó al radicalismo, socialismo y al PRO para derrotar al PJ. 

Algo así hizo el Movimiento Evita en Rosario al juntarse con Ciudad Futura en la elección a intendente que casi gana con Juan Monteverde como candidato. Lo cierto es que el peronismo deberá tomar una nueva forma si pretende ser competitivo frente a una fuerza que arrasó y, sobre todo, si quiere salir de la crisis de identidad.