Los aumentos de las tarifas de luz, agua y gas, así como también el incremento de los costos de mantenimiento y la imposibilidad de aumentar las cuotas societarias a la par sin que eso genere deserción, pone en jaque a los clubes de barrio de la ciudad. Tal es así que, de cara a la temporada de invierno, algunas instituciones decidieron no habilitar sus piletas. Desde la Red de Clubes le buscan la vuelta para subsistir en tiempos de crisis.

“Estamos un poco preocupados no solo por los tarifazos sino por los costos de vida de nuestros clubes, más que nada en relación a la cuota societaria que cobramos. Es complicado porque nos están obligando a ajustar y es algo que no queremos hacer. La estrategia es mantener un acceso popular para que los pibes puedan estar adentro del club y al mismo tiempo brindar un servicio de calidad”, señaló en Sí 98.9 Esteban Ortega, presidente red de clubes de Rosario. 

Y detalló: “Si tenés que hacer una obra, pintar una pared, los presupuestos son altísimos y con la cuota es imposible llegar. La red es un espacio en donde nos ayudamos entre todos. Por ejemplo, tenemos a disposición sillas de plástico que nos prestamos en vez de alquilar, o hacemos convenios para conseguir descuentos con empresas y alivianar así los costos”.

Quien también preside el Club Social y Deportivo San Martín (ubicado en La Florida), sostuvo que “hay muchos clubes que optaron por no abrir sus piletas en invierno. Vienen tarifas -de agua y electricidad- espeluznantes”. Y sumó: “algunos intentan aumentar la cuota de manera no tan brusca y otros directamente no lo hacen pero ahí se genera una brecha muy difícil”.

“En el Club San Martín cobramos una cuota de 2 mil pesos, pero si además haces una actividad pagas 3 mil o 4 mil pesos. Aún así a la agente del barrio se le complica, ni hablar si tenés dos o tres hijos”, subrayó Ortega.

En este sentido, expresó la urgencia de que el Estado proteja a las instituciones barriales. “Para algunos eventos necesitamos el permiso de parlante que hoy en día es difícil de obtener. Además hay una ordenanza muy vieja que no permite poner música a determinados decibeles. Es importante generar politicas publicas que protejan a las clubes y le den la preeminencia que tienen que tener”, sostuvo.