Luego de un 2014 de furor por el dólar, donde todos los problemas se le atribuían a la suba o baja del blue, este año tuvo un inicio sin devaluación a la vista, un dólar poco más estabilizado y una inflación no tan descarrilada. Rosarioplus.com consultó a especialistas para analizar cómo ese billete verde transita la economía en un año signado por las elecciones. 

El año arrancó movido y forzó la adecuación a un escenario político y judicial más que económico, aunque desde el oficialismo saben que éste es un punto clave a cuidar de cara a las elecciones. En relación a esto, Federico Fiscella, administrador de carteras financieras de Rosental, explicó que se “desarrollarán episodios más políticos que económicos”,  en este 2015 electoral.

Según el economista, en enero hubo una depreciación de la moneda de 1 por ciento, y si mantienen estos lineamientos, derivaría en un 12 por ciento la devaluación del peso para el nuevo gobierno. A eso apunta la actual gestión, y a mantener las reservas estables, actualmente en u$s 32 mil millones en el Banco Central.

Es más, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, aseguró días atrás que no convalidará “ninguna devaluación brusca”, y que estiman ir “administrando el tipo de cambio gradualmente de tal manera que vaya por detrás de los depósitos en pesos”.

¿Y la fiebre del dólar?

La sensación de incertidumbre del segundo trimestre de 2014 hizo que todos quisieran comprar dólares al creer que tocaría los 20 pesos del mercado no oficial, incluso muchos perdieron dinero al pensar en futuro. El Banco Central se encargó de que el dólar oficial sólo se devalúe un 10 por ciento en el último año. Por otro lado, algo similar sucedió con el dólar blue, ya que en los últimos 10 meses se estancó aproximadamente en $13.

Hernán Barrea, gerente comercial de Transatlántica, aclaró que la cultura de refugiarse en dólares no es algo nuevo sino que viene de generaciones. “Luego de la devaluación del 22 de enero del 2014, muchas personas reforzaron su cultura, pero con el tiempo la realidad demostró que no fue la mejor inversión. Pero a pesar de esto, la demanda en el dólar ahorro no cede”.

La situación se amortiguó, y el pensamiento también. En el marco de las vacaciones hubo tranquilidad respecto al volumen de transacciones del “dólar turista”: “Se debe a que se amplió el dólar ahorro, y por esto la gente se llevó lo mínimo. Estuvo estabilizado”, explicó Fiscella.

Luego de que la solicitud del dólar ahorro alcanzara récord en enero, los cambistas lo atribuyeron en cierta medida a los viajes al exterior y cuestiones meramente estacionales. Incluso, demuestra la idea del gobierno de divulgar cierto panorama de calma en lo cambiario.

Por su parte, Barrea analizó: “Muchas personas antes de viajar piden por ahorro + turista. Porque también el ‘ahorro’ subió mucho porque es el dólar más barato del mercado, y el ‘turista’ quizás está algo desalentado por la retención del 35 por ciento, mientras que el 20 por ciento del ahorro es recuperable”.

El desafío: administrar

Fiscella aclaró que desde la administración nacional afrontarán desafíos puntuales de cara a mantener un equilibrio en los bolsillos de los argentinos: “Hay una estrategia clara para que la inflación no se vaya a un 35 anual, para que el consumo vuelva a expandirse -con herramientas como la vuelta de las 12 cuotas-, además el Procrear, y una moneda que no se vuelva a devaluar. El gobierno se dedicará a administrar en esta etapa”.