El equipo económico del ministro Sergio Massa empieza a moverse para administrar el traslado inflacionario tras la devaluación del 20% del peso tras la victoria de Javier Milei en las PASO. El miedo a que en agosto el índice inflacionario llegue a dos dígitos es casi una certeza.

Apenas abrieron los mercados este lunes, el Banco Central convalidó una devaluación del 22% y llevó el tipo de cambio mayorista a $350. Claro que el mercado hizo lo suyo con el dólar blue y se fue a 685 pesos.

Se descuenta que haya un salto en precios de distintos bienes aunque en Economía confían que no se traslade de lleno y de manera masiva, aunque las listas de precios de alimenticias podrían ya tener aumentos. A modo de ejemplo, este martes vence el programa Precios Justos y ya se sentó a renegociarlo. Las petroleras ya comenzaron a mover el precio de los combustibles. Bebidas importadas, corralones, y algunos insumos en dólares no tenían precio durante este lunes. 

La piedra en el zapato del candidato es el deterioro de los salarios que perdieron en términos reales contra la inflación. Seguirán las paritarias libres que permitan acomodar los sueldos con la inflación aunque se sabe que no todas las actividades lo logran. 

En su paso por Rosario durante la última semana de campaña prometió: “Uno de los compromisos es poner sobre la mesa una mejora con suma fija, con asignación familiares, paritarias libres, y reducción de Ganancias”. En cuanto a la suma fija mencionada antes del golpazo de las primarias podrían ser parte de las negociaciones sindicales. No hay nada cerrado. 

La devaluación claramente también tendrá impacto en los costos de la energía que son dolarizados, y estos se trasladarán a las boletas de luz. No está claro cuándo podría tener impacto en Santa Fe.