El gobierno argentino afirmó en un comunicado de la Cancillería que “respeta el proceso institucional que se está desarrollando en Brasil”, donde este jueves por la mañana el Senado resolvió iniciarle juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, y manifestó que "continuará dialogando con las autoridades constituidas a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional” con el país vecino.

Asimismo, las autoridades argentinas confían “en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña”. Tras la decisión votada por el Senado, Rousseff debe dejar el cargo por hasta 180 días, que es el plazo que tiene la Cámara alta para resolver su situación. 

Será reemplazada por el vicepresidente Michel Temer, quien asumirá el gobierno este jueves según anticipó la agencia estatal brasileña ABR. Los dirigentes del Partido Trabajador (PT) lo han calificado de traidor ya que fue uno de los que con más énfasis impulsó el juicio político.

Incluso trascendió que desde hace semanas ya barajaba algunos nombres de ministros con una "amistosa" llegada a los mercados. Así, el final de la era del PT tras 13 años en el poder parece indeclinable, en medio de una tensión evidente en la sociedad, con casos de corrupción y una economía en caída libre.