Tras la muerte de un hombre al caer por el hueco de un ascensor cuando intentaba rescatar a una mujer que había quedado encerrada, sostienen que el elevador “es relativamente nuevo” y contaba con la habilitación correspondiente para funcionar. Además, recomiendan que ante situaciones similares se debe acudir a la empresa de mantenimiento, a la administración del edificio o a los bomberos, y evitar realizar maniobras riesgosas como la que habría intentado la víctima fatal.

“Según las versiones que tuvimos, el ascensor se detuvo en una parte intermedia y una persona quedó atrapada. Al intentar sacarla, el médico forzó las puertas que tienen cierre automático y un mecanismo de seguridad para evitar la apertura cuando -el ascensor- no está posicionado en el piso. En el marco de esa maniobra se incrementó el riesgo y sucedió este fatal desenlace”, explicó en Sí 98.9 Luciano Marelli, subsecretario de Espacio Público y Respuesta Cercana del municipio.

Asimismo, el funcionario subrayó que en esos casos “se debería llamar con el botón de alerta que tienen los ascensores o comunicarse con la administración, la empresa de mantenimiento de ascensores o llamar a los bomberos” al tiempo que sostuvo la importancia de “mantener la calma afuera y calmar a los que están adentro porque el ascensor permite respirar, uno no se queda sin oxígeno”. En tanto, Marelli aseguró que tanto el elevador que presentó el desperfecto como el que se encuentra a su lado fueron clausurados.

“Ese ascensor contaba con habilitación, es relativamente nuevo, tiene aproximadamente diez años. En 2013 hubo una situación que implicó la clausura -del ascensor- y luego reestablecieron las condiciones de seguridad, es algo que sucede. Según nuestros registros, después de eso no hubo denuncias con respecto a algún desperfecto”, aseguró.

El hecho ocurrió este domingo por la tarde en el edificio de Cándido Carballo 164, en Puerto Norte. La víctima de 55 años fue identicada como Germán Cipulli, un reconocido médico ginecólogo y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. La investigación quedó a cargo de la fiscal Mariel Oliva.