El fin de semana comenzaba como terminó la semana: una humedad del 98 por ciento, neblinas, y una inestabilidad que comenzó con lluvia desde temprano.

Los pronósticos del Servicio Meteorológico indican lluvias y tormentas, y una mínima de 15 grados que aseguran al menos que no lograrán entumecer los huesos. La máxima que se espera, casi recordando un otoño que quedó atrás, es de 23 grados.

Un sábado para desempolvar los juegos de mesa, hacer tortas y reunirse con los seres queridos.