Una nube negra cubre la ciudad de Rosario una mañana. Algo parecido al humo de las islas entrerrianas, pero se desconoce su origen. Las niñas Isolda y Luna buscarán las pistas para revelar el misterio con un antiguo libro de sus abuelas y un misterioso mazo de cartas. En ese camino aparecen huellas de poderosas mujeres que una vez caminaron las mismas calles, como la escritora Rosa Wernicke, la anarquista Virginia Bolten, la artista Emilia Bertolé.

El relato se construye en ‘Un hechizo pluripotente’, libro que nació este febrero bajo la editorial Libros Silvestres, y que fue escrito a cuatro manos por las tocayas Virginia Giacosa y Virginia Luco, una comunicadora y periodista junto a una cientista social aficionada al tarot y la astrología. Las bonitas ilustraciones son de Flopa Dibuja.

El cuento, para lectoras y lectores de todas las edades, se construye en ese nido de saberes ancestrales que les enseñaron miles de abuelas a sus nietas, y reivindica el rol de las brujas en la historia de la humanidad, un ícono que fue bastardeado por siglos desde la Inquisición.

Antes que el libro llegue a las librerías, ya fue lanzada la venta anticipada a un precio promocional de $560, que incluye una plancha de stickers y un mazo de cartas, a través de Mercadopago, donde se podrá completar un formulario con datos para el retiro a partir del 5 de marzo.

Este medio quiso conocer un poco más sobre esta historia que Virginia y Virginia (Giacosa y Luco) escribieron a cuatro manos desde 2019 y luego en pleno encierro de la pandemia.

Rosarioplus: -Cuenten un poco sobre esta propuesta de reivindicar la figura de ‘la bruja’ como la que desafía mandatos, que en los últimos tiempos el feminismo vino a retomar con la leyenda "las nietas de las que quemaron".  ¿Qué pasó con este ícono durante todos estos años que las puso en ese lugar 'maléfico'?

Luco y Giacosa: -La idea viene de revisar a aquellas mujeres que a través de la historia fueron llamadas “brujas”. Desde los feminismos se viene estudiando cómo fue el proceso histórico de la caza de brujas. De ahí vemos que las acusadas fueron mujeres que detentaban conocimientos de medicina, aquellas a las que la comunidad requería ante alguna afección, muchas eran parteras y curanderas.

También estaban bajo esa categoría las mujeres solteras, las viudas, esas que se habían salido del modelo de ‘mujer madre’. En definitiva, mujeres que buscaban ejercer su autonomía, que quisieron estudiar o hacer actividades que en ese tiempo se consideraban de varones. Creemos que en ese proceso histórico se construyó este personaje ‘maléfico’ como forma de amedrentar y una vez más modelar lo que se esperaba sobre nuestros cuerpos y deseos. La literatura fomentó mucho ese estereotipo mostrando brujas vestidas de negro, con sombreros puntiagudos, verrugas en la nariz y nosotras quisimos corrernos de ahí al contar esta historia.

RP: -¿En qué se relacionan las pequeñas protagonistas rosarinas Luna e Isolda con esta figura arquetípica? ¿Cómo se encuentran con ella?

LyG: -Las protagonistas, Isolda y Luna, recuerdan las tardes compartidas con sus abuelas entre pócimas, yuyitos  y meriendas, con las cuales ayudaban a otras personas. Desde allí se reconocen a sí mismas también como brujas, en su decisión de querer transformar las cosas. Sin dudas  también están incluidas estas mujeres que dejaron su legado en nuestra ciudad, ingredientes fundamentales para transformar esa nube que cubre a Rosario.

RP: -En torno a las mujeres de la historia que se encuentran en la trama, ¿Cómo pensaron en sumar a cada una de ellas a la historia y por qué?

LyG: -Veíamos muchos materiales pensados para las infancias que traían a la actualidad la vida de mujeres de la historia y nos pareció que faltaba indagar un poco sobre aquellas que dejaron su huella en la ciudad y que casi no se las mencionaba.

Retomando investigaciones y textos (justamente de otras mujeres) sobre ellas, hicimos esta primera selección. Nos quedaron algunas en el camino que esperamos formen parte de lo que seguiremos contando. La idea es darle continuidad en el futuro. La intención no fue narrarlo a modo de biografía o de línea histórica sino como parte de una trama más bien fantástica con la edición de Carolina Musa, que fue central.

RP: -En el comienzo del cuento, una mañana, la ciudad se cubre de este humo misterioso, y no pude evitar pensar en el humo enemigo de la serie Lost. ¿Cómo surgió este enemigo difuso, o bien este fenómeno climatológico, que dispara la búsqueda de las niñas?

LyG: -No hay una explicación acerca del humo. Podríamos haber elegido otro hecho como disparador, lo que buscábamos era ilustrar la transformación de una ciudad que se presentaba como irrespirable y se hace más vivible. Tuvo mucho que ver el azar en la elección. En medio del proceso creativo en el que estábamos desde 2019 nos sorprendió la coincidencia con lo que sucedió con la pandemia y la quema del humedal, que si bien venía de antes, en el 2020 quedó más que evidencia cuando la ciudad se llenó de humo.