El punto de penal, ese oscuro objeto de deseo de los futbolistas en cualquier partido. Es que se dice que los tiros desde ese lugar entre las áreas chica y grande son casi imposibles de fallar, aunque siempre hay excepciones, como todo el mundo sabe.

Leandro Rojas es uno de esos rosarinos apasionados por el fútbol, jugador de una liga amateur de la ciudad y con una familia también entregada a este deporte. “Mi papá con 60 años sigue jugando, y mi hermano lo hace de forma profesional”, cuenta a Rosarioplus.com este comunicador social.

Autor de un libro anterior llamado El día que Lio se cansó de hacer goles, ahora busca colaboradores con espíritu navideño y regalón que aporten a su causa en Idea.me, un portal de crowfunding, para poder editar su segundo trabajo, Penal.

“El libro está compuesto de cuentos que tienen como punto de partida, eje o desenlace el punto de penal”, explica el estudiante al que le falta sólo la tesis para ser llamado licenciado.

Así, en las páginas de esta obra se pueden encontrar estadísticas de penales históricos, historias de definiciones agónicas, cuentos de fútbol internacional y de selección  y cuestiones varias ligadas al fútbol y a este significativo punto dentro de la cancha.

“Este tipo de web es la única forma que tenemos los escritores más pequeños de poder publicar lo que escribimos, y es muy emocionante”, detalla. En su anterior experiencia, más de 50 personas decidieron poner su granito de arena para conseguir alguna de las recompensas ofertadas por Rojas.

En esta ocasión 10 días después de haberse subido el proyecto, ya alcanza más de la mitad de la cifra necesaria para imprimir 300 copias del texto. Las recompensas en este caso van desde la versión digital de Penal por 50 pesos hasta la gratificación llamada “Cuatro fantásticos”, que por 500 incluye los dos libros de Rojas, una botella de vino de alta calidad, una remera y una mención especial en las primeras páginas como colaborador especial.

Según las previsiones del autor, a finales de enero se estarán entregando todas las recompensas a quienes decidan convertirse en los particulares Papás Noeles de este escritor rosarino.