Cada vez se chatea más y se habla menos cara a cara. El problema es que personalmente son muchos los elementos que se aportan más allá de las palabras para definir si la persona que habla dice o no la verdad. Una mirada, un gesto, un tono de voz. ¿Cómo descubrir a un mentiroso en Whatsapp? Eso se preguntan muchos. En los textos de la plataforma de mensajería, interpretar si alguien escribe alguna falsedad es bastante más complicado. Hasta ahora, porque acá les vamos a dar siete claves para facilitar la cacería de los mentirosos del chat (facilitar, tampoco es que sea una ciencia, pero bueno, todo ayuda).

Según explicó a The Wall Street Journal Tyler Cohen, oficial de la Agencia de Inteligencia de la Defensa estadounidense (una especie de CIA militar), “la mayor parte de las personas prefieren ser sinceras y, por ello, cuando mienten, la verdad se acaba filtrando”. Y para eso, hay que prestar atención a ciertos detalles:

El sujeto utiliza un lenguaje enfático: no siempre que el interlocutor dé mucha importancia a algo significa que  esté mintiendo, pero sí que quiere que creamos lo que está diciendo, y esto puede indicar que se trata de un engaño. Si repite la misma idea una y otra vez, pero de distintas formas, se puede empezar a desconfiar.

Utilizar un lenguaje distante: al mentir, inconscientemente tratamos de alejarnos de lo que estamos diciendo. Por ello, si estamos contando algo que es falso, preferimos omitir en la medida de lo posible los pronombres personales y hablar de terceras personas o cosas. Frases del tipo “hubo una fiesta después del trabajo y duró más de lo esperado”,  “el tren se retrasó”, “la reunión no acabó a tiempo”, pueden ser motivo de sospecha. Hay que estar alerta si alguien que suele hablar usando la primera persona deja de utilizarla.

Sin respuesta a las preguntas: mentir es incómodo, y si una respuesta a una pregunta implica tener que fingir o decir una verdad desagradable, el interlocutor puede simplemente ignorarla, o contestar de forma muy escueta para cambiar de tema de inmediato.

Utilizar expresiones exculpatorias: excepto los que están acostumbrados a mentir, para el resto hacerlo suele generar un mal sentimiento. Por eso, antes de soltar una mentira utilizan expresiones exculpatorias del tipo “para ser sincero”, “no hay nada de qué preocuparse”, “odio decirte esto pero…”.

No escribir como se hace normalmente: todo el mundo tiene un estilo propio a la hora de contestar un correo o mensaje, y si se miente, se tiende a cambiarlo. Si el interlocutor no está escribiendo de la forma que suele hacerlo es gran motivo de sospecha. La gente que se enrolla mucho, cuando miente suele ser más escueta, y la gente poco habladora escribe más de la cuenta cuando lo que dice no es verdad. Es decir, actúa justo de forma contraria a su patrón base de conducta.

Utilizar expresiones ambiguas: por ejemplo, “casi seguro”, “probablemente”, “debería” o “quizás”, pueden ser un indicativo de que la persona está ocultando algo. Para no mojarse se sale por la tangente: ocultar la verdad es mucho más sencillo que mentir.

Cambiar repentinamente de tiempo verbal: cuando se describe un evento pasado se utilizan verbos en pasado. Pero si se miente, y se están inventando las cosas sobre la marcha, es fácil que se empiece a hablar en presente, o que los tiempos verbales no cuadren.