Un planteo estructurado, que no debía salirse del libreto durante los 90 minutos y debía responder a esa "fineza" de la que habló Germán Herrera. Un equipo ordenado, compacto y sacrificado. Grandes rendimientos en base a lo dispuesto por Paolo Montero y al fuerte carácter ante un rival que no iba a perdonar. 

Diego Rodríguez: Buena atajada ante un disparo de Cardona dentro del área. Y otra importante en el final. Esta vez, cuando lo llamaron, respondió.

Paulo Ferrari: Atento a los movimientos de Cardona, se proyectó en contadas ocasiones. Correcto en lo defensivo.

José Leguizamón: Se mostró recuperado tras la pésima tarde que había entregado el domingo ante Banfield. Atento a los movimientos de Benedetto. Sobria tarea.

Fernando Tobio: El más firme del fondo. Sin lucir, cumplió. Cada intervención suya fue de manual.

Alfonso Parot: Salvó un  gol seguro de Pavón con un cierre exacto en el área chica. Pasó muy poco al ataque y, si bien sufrió con cada embate de Pavón por su banda, perdió pocas veces.

Santiago Romero: Atento en la marca, como sus compañeros. Pero flojo a la hora de la distribución del balón.

Mauricio Martínez: Apareció en el momento justo, en el lugar indicado, para marcar su gol.  Le faltó presencia como volante central, pero su conquista fue determinante para lograr el objetivo.

Gustavo Colman: Corrió mucho desde el centro del terreno, pero pesó poco. El equipo necesitaba defenderse con la pelota, y costó encontrarlo para que la maneje.

Leonardo Gil: Por fin un centro suyo en pelota parada permitió un gol. Esta vez su pegada dio frutos. Pero empañó su cierto con una torpeza en el final, cometió una falta que le costó la expulsión y puso en peligro el triunfo.

Germán Herrera: Un luchador. Las peleó todas y, aunque ganó pocas, su sacrificio fue importante a la hora de la recuperación. Le puso un centro perfecto de gol a Zampedri, que la desperdició.

Marco Ruben: Se lo vio por debajo de sus posibilidades en el aspecto físico. Su esfuerzo no alcanzó para hacerse sentir en ofensiva.

Ingresaron luego:

Elías Gómez: Ingresó para darle oxígeno al equipo en la inusual posición de volante izquierdo. Corrió y colaboró en la recuperación.

Fernando Zampedri: Tuvo en su cabeza la única chance de gol Canalla de todo el segundo tiempo, y la dilapidó.

Maxi González: Entró para ayudarlo a Martínez en el centro del campo. Aunque sumó pocos minutos, respondió.

EL TÉCNICO

Paolo Montero: Fue uno de los grandes ganadores de la noche mendocina. Su equipo respondió de la mejor manera tras la pobre tarea del domingo pasado, ante Banfield. Con mucha disciplina táctica, orden defensivo, y sacrificio colectivo, su equipo eliminó con justicia a Boca.

EL ÁRBITRO

Fernando Rapallini: Mal partido. Antes de los primeros 20, no cobró un claro penal por mano de Pablo Pérez dentro del área tras un remate de Colman. Quedaron dudas en varias jugadas. En el complemento, sacó 6 amarillas en 10 minutos. Y ni de esa manera logró imponer autoridad.