A veces es la falta de luz, otras veces la lluvia, pero hasta ahora no había registro de que un partido de tenis de primer nivel fuera suspendido por culpa de una iguana. 

Una iguana grande, de casi un metro, copó este miércoles la cancha de tenis donde se juega el torneo de tenis de Miami. Por culpa del inesperado visitante, el partido de primera ronda entre el alemán Tommy Haas y el checo Jiri Vesely debió suspenderse unos minutos.

Todo pasó cuando iban 3-3 en el tercer set. El reptil apareció de la nada y se ubicó sobre el tablero electrónico. El juez de silla quiso seguir jugando igual pero Vesely no quiso. El argumento del checo: "No puedo concentrarme".

Sin embargo, más allá del episodio de la iguana, el partido luego continuó y fue Vesely el ganador por 6-7 (5-7), 6-3 y 7-5. Es decir, que tanto no se desconcentró. Ahora deberé medirse en la siguiente instancia con el español Albert Ramos. ¿Habrá alguna otra iguana de la suerte esperándolo, quizá?