Sucedió en España, y ha sido una de las cosas más comentadas en redes sociales y en los medios. El caso de una mujer que fingió estar ciega durante casi 30 años para no tener que saludar a la gente.

Carmen Jiménez le contó a su familia y amigos hace 28 años que sufría una lesión ocular que le impedía ver. Todos entristecieron y se quedaron conmocionados al saber que había perdido la vista para siempre. Nunca dejaron de ayudarla. Desde entonces, la mujer ejerció el rol de invidente.

Pero ahora, con 57 años, Carmen fue descubierta. Su familia hacía tiempo sospechaba: Carmen siempre estaba bien maquillada y se sentaba durante horas delante de la televisión. La madrileña argumentó que “estaba harta de ver a la gente y pararme a saludar. Nunca he sido muy social y haciéndome pasar por ciega he evitado muchos compromisos sociales”.

El problema de falta de sinceridad no es sólo una cuestión que le haya complicado a nivel persona, ya que este engaño de años ha llegado a la Justicia. Es que durante el tiempo que fingió no ver recibió económica de organizaciones y asistencia personal.