Nunca es bueno recurrir a la violencia para conseguir lo que queremos, pero muchas veces la vida nos pone frente a circunstancias donde irremediablemente y aunque nos duela, termina siendo necesaria. 

Tal es el caso en Nunchuck Charlie, donde una paloma gigante nos roba de nuestros brazos al osito de peluche que nos acompaña cada vez que nos vamos a dormir. Y ¿cómo lo solucionamos? Agarrando nuestro nunchacku y revoleándolo contra todo el que se nos cruce en el camino, que de pura casualidad son osos policias listos para contener toda nuestra furia y sed de justicia, venganza y si nos cansamos, tal vez un vasito de agua.

El nuevo juego de 1 Minuto al pedo está tan bueno que no se me ocurre decirte otra cosa mas que: ¡JUGALO AHORA! ¡YA! ¡DALE, DALE! ¡AHORA MISMO! ¡AHHHH!