La ex presidenta Cristina Kirchner evitó este martes saludar al juez federal Claudio Bonadío, pidió que ningún empleado de su juzgado le sacara fotos e ironizó en las únicas respuestas que dio relativas a sus condiciones personales.

"Con mi perrita Lolita", respondió cuando una empleada judicial a cargo del trámite de indagatoria le preguntó por sus convivientes. "Me refiero a personas", insistió la secretaria y evitó consignar en el acta la respuesta alusiva a la mascota, contaron fuentes judiciales presentes en el trámite.

Además, la ex presidenta pidió que los empleados judiciales evitasen sacarle fotos, al tomar asiento en medio de las oficinas del juzgado donde cumplió el trámite al igual que los demás imputados en la causa Los Sauces.

Cristina ingresó al juzgado pasadas las 9, permaneció menos de 15 minutos en el lugar y sólo dejó un escrito sin responder preguntas.
Bonadio ingresó a las oficinas cuando ya promediaba el trámite y mientras el abogado Carlos Beraldi anunciaba que por el momento su clienta no iba a responder preguntas.

El juez saludó con un "buen dïa"· de manera general y sólo el fiscal federal Carlos Rívolo y Beraldi respondieron al saludo. En la que fue su segunda indagatoria en ese juzgado, la ex presidenta no llevó ni pidió nada para tomar.

Fuera de los Tribunales la aguardaba un grupo de diputados que no pudo franquear el vallado, entre ellos Héctor Recalde, Juan Cabandié y Andrés Larroque mientras que del lado de adentro sobre la calle de acceso a la puerta lateral usada para su ingreso y egreso, estuvieron Carlos Kunkel y Tristán Bauer.

Estos dos fueron los únicos seguidores que lograron pasar el vallado sin ser advertidos, al arribar temprano a los tribunales.
Otro diputado, Rodolfo Tailhade, logró pasar el vallado pero cuando intentó esperar la llegada de Cristina dentro de tribunales y por el acceso reservado para ella, custodios de la Policía Federal le impidieron el paso.

El legislador explicó su intención de recorrer juzgados por causas que tiene abiertas y entonces efectivos lo escoltaron hasta la puerta principal del edificio, ubicada sobre Comodoro Py.

El operativo de seguridad fue dispuesto en tres anillos: el primero y más cercano a tribunales fue el de la Policía Federal, el segundo por Gendarmería y el tercero en el exterior en medio de la avenida Comodoro Py y calles adyacentes a cargo de Prefectura y Policía de la ciudad de Buenos Aires. En total hubo unos 800 efectivos de todas esas fuerzas.

(Télam)