En el Día Mundial del Agua vuelve a instalarse la pregunta ¿Qué locales gastronómicos de Rosario cumplen con el derecho a jarra? Los negocios están obligados por ordenanza a brindar una jarra de agua de al menos 250 centímetros cúbicos a sus clientes, pero la realidad indica que la mayoría no lo hace y otros cumplen a regañadientes. 

El pasado fin de semana dos mujeres se sentaron en el balcón de un restaurante de bulevar Oroño y pidieron ensalada y una jarra de agua. El mozo les dijo que el agua que servían es de botella, que debían pagarla, pero ellas explicaron la ordenanza. El asunto llegó al encargado, quien entendió que la negativa podía ser denunciada y castigada con una multa. Recién entonces el agua llegó a la mesa de las comensales.

Rosario tiene alrededor de 8 mil locales gastronómicos inscriptos, y según indicó el docente de la Cátedra del Agua, Aníbal Faccendini, “afortunadamente cada vez son más los que respetan cuando un cliente les reclama, aunque sin actitud de promoción". Entre los que cumplen ante el pedido de los clientes mencionó a algunos de los emblemáticos: El Cairo, Esplendor Savoy, Majestic, Pasaporte, Viejo Balcón, Quillagua, Flora, Le Parc, Gran Mercado y Rock&Fellers, así como la mayoría de avenida Pellegrini.

Muchos responsables de locales gastronómicos aducen que el agua les quita ventas. “Lo mismo dijeron cuando se prohibió el cigarrillo y nadie cerró por esa causa. Hay una gran miopía en la codicia de ser rentables, porque no reconocen que se trata de un derecho universal y que ahora es denunciable en la ciudad”, recordó Faccendini en diálogo con Rosarioplus.com.

Algunos menos, pero con una actitud ejemplar de difusión explícita y respeto al derecho a la jarra, son los restaurantes La Bella Nápoli, Comedor Balcarce, El Riel, Lido, Comedor Central, Don Vittorio y La cabaña del pescador.

La Ordenanza nº 9465 del derecho a la jarra de agua fue lanzada por la Cátedra del Agua, con el apoyo de un conjunto de actores, y aprobada en noviembre de 2015. Quienes la impulsaron remarcaron que entonces se consiguió masificar "el derecho para una mejor calidad de vida para aquel que no puede consumir en un restaurante, así como los que pueden, y al consumir una comida piden agua de la canilla”.

La iniciativa sostiene que reemplazar el consumo de agua embotellada por agua sana y pública significa avanzar en su reconocimiento como derecho humano y no como bien privatizable, es socialmente justo y ambientalmente sustentable, ya que es gratuita y disminuye considerablemente los residuos sólidos urbanos al reducir el consumo de envases plásticos.

Charla en la UNR

Los miembros de la Cátedra del Agua disertarán este miércoles a las 18 en la sede de la UNR, de calle Maipú 1065 junto a monseñor Eduardo Martín, quien difundirá el enunciado Laudato si del Papa Francisco que menciona al agua como derecho ineludible. “Plantearemos que se profundice el derecho a jarra como costumbre cultural de la misma manera que ocurrió hace 11 años con la prohibición del cigarrillo en lugares cerrados, y hoy resulta tan natural”, adelantó Faccendini.

Fue la propia Cátedra del Agua la autora del acceso a bebederos públicos con el que contamos desde hace pocos años en los parques y bulevares, en el mismo sentido “de aplicar un proceso cultural y sociológico de normalización y apropiación de la norma”.

Desde 1992, el 22 de marzo de cada año se celebra el Día Internacional del Agua, en una jornada para tomar conciencia de la importancia de preservar los recursos hídricos que propician el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tienen un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.