La apacible mañana previa a la lluvia se cortó para los vecinos de zona sur y sudoeste, que no acostumbrados a los vuelos cerca de su barrio, se alarmaron y llamaron al 911, especulando con un aterrizaje forzoso de un avión que vieron volar sobre sus cabezas.

El avión efectivamente pasó por la zona, pero no voló más bajo de lo normal, confirmó la vocera del Aeropuerto Internacional de Rosario, Cecilia Gabenara, a Rosarioplus.com. Se trata de un Airbus 321 de la empresa Tam, que tenía horario de arribo de las 10.35 a Rosario, y aterrizó normalmente con 199 pasajeros abordo.

Había diferentes versiones del siniestro que no ocurrió, con llamados al 911 desde Uriburu y Oroño, después otro de Avellaneda y Oroño. Inclusive oyentes de Sí 98.9 se comunicaron con la radio desde Battle y Ordóñez y San Martín, y desde Avellaneda  y Circunvalación para dar cuenta de que vieron al avión de Tam volar cerca. Sin embargo desde el AIR aclararon: "El avión no volvó mas cerca ni tuvo aterrizaje forzoso".

Móviles de Sies, patrulleros del 911 y bomberos zapadores, rastrillaron la zona, aunque la denuncia era telefónica, y el operativo aumentó el susto en los vecinos que los vieron pasar por sus viviendas.

“Lo que ocurrió es que el piloto del avión vio el frente de tormenta que venía desde el noroeste, que desde donde habitualmente vienen, y en vez de girar de norte a oeste, giró de sur a este, cuando no es habitual para los vecinos ver aviones por esa zona de la ciudad. Pero los operadores de la torre de controles confirmaron que la altura del vuelo fue normal y que no hubo ningún alerta por parte del piloto”, explicó Gabenara.

En diálogo con Sí 98.9 el secretario de Control Gustavo Zignago precisó: “Tuvimos la alarma no confirmada, y por protocolo pusimos a disposición el Sies y el Heca junto a la policía. Pero haciendo una corroboración de fuentes, desde el propio Aeropuerto nos confirmaron que no había registros de un aterrizaje forzoso”, en coincidencia con Gabenara.

Seguramente los pasajeros de aquel avión que volvia de Brasil y con varias escalas no notaron la diferencia en la ruta de llegada, o los más observadores apreciaron la ciudad de Rosario, pero lo seguro es que los vecinos se llevaron el susto por un rato hasta que se supo del cambio de ruta.