Conoce los entretelones de la política internacional y Mauricio Macri la eligió como ministra de Relaciones Exteriores. Su vigente cargo en la secretaría general de las Naciones Unidas y su experiencia en el sector privado son algunos de los ítems que llenan el nutrido currículum de la rosarina Susana Malcorra.

La todavía jefa de Gabinete del secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lleva más de tres años en ese cargo, lugar al que llegó tras desempeñarse como secretaria general adjunta del Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno y luego de desempeñarse como directora ejecutiva adjunta del Programa Mundial de Alimentos.

"Es la funcionaria que recibe a todos aquellos que vayan a reunirse con Ban Ki-moon, conoce a fondo los temas sensibles de la política internacional como la Cuestión Malvinas o el caso de Palestina", graficó un diplomático argentino de carrera que conoce a Malcorra hace una década y que definió su pronta designación como "un nombramiento técnico".

En el currículum de la futura canciller, publicado en el portal oficial de las Naciones Unidas, fue resaltado que durante su primer mandato como jefa del Departamento de Apoyo sobre el Terreno "gestionó la ayuda logística a las misiones de paz desplegadas en los distintos puntos del planeta, las cuales se encuentran actualmente compuestas por alrededor de 120.000 militares, policías y civiles".

En ese perfil público también fue resaltado que la funcionaria rosarina de 61 años supervisó operaciones humanitarias y de emergencia mientras estuvo a cargo del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En el sector privado

Ingeniera electrónica recibida en la Universidad Nacional de Rosario -la única de su camada-, antes de ingresar en la más altas esferas de la política internacional se desempeñó durante un cuarto de siglo en el sector privado ligado a la tecnología y alcanzó cargos directivos en corporaciones de la talla de IBM y Telecom.

En el mundo empresario fue pionera entre las mujeres que llegaron a cargos jerárquicos en el mundo de las telecomunicaciones cuando fue designada como CEO de Telecom Argentina entre 2001 y 2002, con el país en plena crisis y con esa firma dispuesta a desplegar un plan de ajuste.

Fue la encargada de anunciar que se reduciría el personal luego de que el sindicato de empleados telefónicos, Foetra, se negara a aceptar un recorte del 10 por ciento en los sueldos.