El sábado rosarino terminó con feliz sensación de pluralidad: confluyeron en total tranquilidad la procesión y misa por el día de la Virgen del Rosario y la Marcha del Orgullo LGBTI, actividades que coincidieron por un breve período de tiempo en la céntrica plaza 25 de Mayo. Si bien algunos anticipaban que pudiera haber incidentes entre los participantes de ambas actividades, lo cierto fue que nada de esto ocurrió.

La fiesta de la santa patrona de la ciudad comenzó en la mañana del sábado bajo el lema “Desde el corazón de la madre, un llamado especial a la fiesta de la unidad” cuando el monseñor Eduardo Eliseo Martín junto a la intendenta Mónica Fein entregaron una ofrenda floral a la Madre del Rosario. Luego a las 16.30 comenzó la procesión desde la Catedral de Buenos Aires al 700 hacia la Plaza de la Coronación, frente al Monumento Nacional a la Bandera, y finalizó a las 18:30 cuando los fieles se fueron caminando con tranquilidad por la peatonal y hacia las paradas de colectivos, mientras grupos juveniles de la parroquia Santísimo Sacramento de Oroño y Segui improvisaban batucadas en el centro de la plaza.Sólo había en la esquina de Laprida y Córdoba un ensayo de la murga de mujeres Modestia Aparte, que sonaría luego para recibir a la marcha del Orgullo LGBTI, y los jóvenes de la Acción Católica terminaron su festejo, pasando por al lado de la murga. Un instante que resume el espíritu democrático de la jornada se representó cuando ambas partes se observaron con respeto.

Los fieles se iban alegres, algunos en familia, otros en grupos de amigos con claveles, y persignándose en su último vistazo a la catedral, mientras el operativo de tránsito preparaba la esquina de Laprida y Córdoba para la llegada de la otra marcha.Unas ocho cuadras de jóvenes, familias, estudiantes secundarios y mayores se abrieron camino por la plaza con carteles como “nueva ley de VIH”, “basta de travesticidios”, “marchemos por los que no pueden”, o “el amor no es de un solo color”, en un espíritu festivo y a la vez marcado de reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado, al unísono del canto “estamos en la marcha, Santiago dónde está”.

Mientras el día llegaba a la noche, la nutrida marcha partió a las 18 desde plaza Libertad, y tras un largo camino atravesando de sur al centro de la ciudad, por Laprida arribó a la plaza 25 de Mayo, donde un breve acto saludaba a las columnas, que siguieron camino por Santa Fe para finalmente bajar por San Martín hacia el Galpón de la Juventud para el cierre con bandas.

El subsecretario de diversidad sexual Esteban Paulón contó en este marco a Rosarioplus.com que “como todos los años es una marcha pacífica”, y destacó la marcha en 2016 que a pesar del revuelo generado tras las pintadas en el ENM, también transcurrió con tranquilidad y con respeto.