La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia presentó el resultado de su análisis del mercado de las tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos, y llegó a la conclusión que existe falta de competencia y transparencia, altas comisiones, retraso tecnológico y posición dominante de Visa, cuyo operador es Prisma.

El trabajo derivó en la decisión del gobierno de abrir una investigación a la operadora, y propone medidas que garanticen la competencia y mejoren así las alternativas de financiación de comercios y consumidores. Las medidas de fondo las puede realizar el Banco Central de la República Argentina y a la Secretaría de Comercio, como autoridades de aplicación de la Ley 25.065 (de tarjetas de crédito).

Según el análisis de la CNDC el mercado de tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos presenta problemas como falta de competencia en el financiamiento para consumo, falta de transparencia (costo de financiamiento encubierto), comisiones altas para comercios grandes y retraso tecnológico, ya que se evidencia una demora en la introducción de medios de pago electrónicos.

La posición dominante de la empresa Prisma en el mercado de pagos electrónicos se evidencia en el monopolio en adquirencia (operaciones de tarjetas en comercios) y procesamiento de la tarjeta Visa, en la integración vertical con los principales bancos (tanto privados como públicos), en la presencia dominante en los distintos segmentos: red de cajeros y pagos (Banelco), pagos online (Pago Mis Cuentas) y en las barreras a la entrada de nuevos jugadores.

Por ello la CNDC realizó las siguientes recomendaciones al Central: generar competencia en el mercado de adquirencia de tarjetas; crear la figura de “Institución de Pago” con marco regulatorio para que nuevos jugadores puedan competir; promover la adquirencia multimarca y promover medios de pago electrónicos alternativos.

Asimismo, la Comisión le recomendó al Central y a la Secretaría de Comercio proponer cambios en la Ley 25.065 (de tarjetas de crédito) para regular la tasa de intercambio que cobran los bancos emisores de tarjetas; eliminar la restricción a la diferenciación de comisiones; promover la competencia en el financiamiento para consumo y transparentar los precios de los productos y las condiciones de financiamiento.