La indignación por estas horas entre los trabajadores que expresan la protesta gremial contra la política económica es superlativa. El asesinato de Jonathan Giardinelli, un miembro del piquete en la intersección de las rutas 11 y 10, esta madrugada, a manos de un camionero, causó estupefacción al principio, y redobló la indignación. El secretario general de la CGT San Lorenzo, Edgardo Quiroga, reclamó "la condena más brutal contra el chofer" que arremetió contra el piquete con su camión, y remarcó que, a su entender, "fue bastante premeditado".

Quiroga contó que el chofer, que fue detenido apenas consumado el crimen, "una vez que había pasado el piquete y nos insultó, se fue hasta 500 o 600 metros, hasta la playa de estacionamiento, y volvió", dijo. Por lo que enseguida infirió: "Eso es algo bastante premeditado. (Para nosotros) fue sorpresivo, loco y rápido, pero él (el compañero asesinado) quedó con su moto, atrapado", describió.

El dirigente de una de las centrales obreras que organizaron la protesta adelantó: “Vamos a pedir una profunda investigación de lo ocurrido. Quién es el camionero, dónde vive. Si fue un enajenado mental que, borracho o drogado, atropelló a Jonathan, o fue alguien mandado para generar este desprecio y desprestigio a los trabajadores que salen a la  calle a reclamar y luchar por el salario de sus familias”.

Quiroga advirtió: “Vamos a alertar a los trabajadores porque esto será la comidilla del gobierno nacional y de algunos medios serviles que dirán que los piqueteros somos los responsables. Nosotros decimos que hay un solo responsable: Macri, el gobierno nacional. Porque si no hubiese despidos y suspensiones estaríamos laburando”, enfatizó.