Miguel Lifschitz le baja la expectativa al presidente Mauricio Macri de conseguir este jueves el OK total y final a las reformas tributarias proyectadas que desde hoy se empiezan a discutirse en el Congreso de la Nación. Mientras tanto, exprime el teléfono para coordinar posiciones con otros gobernadores, de cara a la segunda reunión de las provincias con el titular del Poder Ejecutivo Nacional.

"Hay ánimo de diálogo, pero también hay muchos temas por analizar. La pretensión del gobierno es llegar a un acuerdo este jueves, pero lo veo un poco complicado (a ese objetivo). Yo no se si todas las provincias vamos a tener las mismas posiciones. Lo que sí quedó en claro es que hay ánimo de diálogo entre los gobernadores", distinguió el socialista.

En el encuentro de la semana pasada en Casa Rosada, Macri y sus principales ministros les bajaron a los representantes provinciales el plan de reformas impositivas y el exhorto a reducir un punto el déficit fiscal, para llegar a 3,5% en 2018. El presidente le llamó "consenso fiscal", y quiere que todos los gobernadores lo firmen este jueves. 

Lifschitz volvió haciendo cuentas con su ministro de Economía, Gonzalo Saglione. Lo único que les queda claro es que la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal (Cambiemos) es la gran privilegiada del nuevo escenario, porque Macri decidió modificar la Ley de Ganancias y eliminar el Fondo de Reparación del Conurbano que representaba una desventaja fiscal para Buenos Aires. Vidal se asegura para los próximos dos años unos 60.000 millones de pesos extra, y los pondría Nación. Lo que antes era el Fondo del Conurbano (el 10% de la recaudación de Ganancias) ahora sería coparticipable proporcionalmente a todas las provincias. Pero Nación también exige que las provincias reduzcan en cinco años la alícuota de Ingresos Brutos, que en el caso de Santa Fe representa el 77% de sus ingresos tributarios. 

"Va a haber mucho diálogo con los gobernadores entre hoy y mañana para poder unificar un criterio común, por lo menos entre la mayoría", dijo Lifschitz. Además, sostuvo que en la reunión de este jueves seguramente estarán "más claras las posiciones" para ver cómo llegar a un acuerdo.

El mandatario santafesino señaló que entre los compromisos que el Gobierno reclama a los gobernadores hay una "rebaja de impuestos". Y se lamentó por lo que consideró la posible "pérdida de autonomía tributaria de las provincias".

"Una cosa es la disposición política que puede tener un gobernador en este momento -como puede ser mi caso- y otra cosa es comprometer a futuros gobernadores", advirtió Lifschitz sobre las intenciones del Gobierno de comprometer a las provincias a mantener conducta fiscal a largo plazo.

Finalmente, en el plano político, el mandatario socialista dijo que "no hay duda" de que el Gobierno salió fortalecido por "el respaldo electoral y el cambio de números en el Congreso", que logró en las elecciones de octubre último, aunque no le alcancen para tener mayoría propia. Sin embargo aclaró que "esto no quiere decir que la gente le haya dado un cheque en blanco" al Poder Ejecutivo.