El fiscal platense Fernando Cartasegna, quien tiene a su cargo una causa por presunta corrupción policial y varias por trata de personas, apareció este miércoles golpeado, amordazado, con las manos y pies atados y con un cable al cuello dentro de su despacho. El hecho se da tras haber sido agredido y amenazado por tres personas el pasado lunes en la vía pública.

“Fue agredido dentro de su oficina, tomado por la espalda por una persona que no pudo identificar, aparentemente lo ataron boca abajo, por las piernas y por los brazos, lo amordazaron, le hicieron manifestaciones intimidatorias sobre su persona y su familia”, relató desde el lugar el procurador general ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand.

Según el jefe de los fiscales, “él quedo ahí, pudo hacer una comunicación telefónica aunque no podía hablar y por esa comunicación se acercaron y pudieron liberarlo”, tras lo cual se advirtió que le habían dejado escrito con azúcar sobre el piso la palabra Nisman, en alusión al fallecido fiscal de la causa Amia.

Conte Grand relató el momento en que él se hizo presente en la Fiscalía: “Me miró acongojado y me dijo: 'procurador le pido disculpas por lo que estoy causando'. Le di un abrazo”. Vale precisar que se encontró la puerta cerrada con llave, por lo que se investiga si quien lo atacó ingresó a la fiscalía sin que él lo advirtiera y se escondió en algún lugar hasta consumar la agresión.

Cartasegna investigaba desde ayer un posible vínculo entre policías y abogados "caranchos" que habría surgido de la causa que investigó el fiscal platense Marcelo Martini, tras el hallazgo de sobres con dinero proveniente del circuito ilegal en la jefatura de la Departamental de Seguridad de La Plata.