Para los que creían que podían estar tranquilos con su contraseña de Wi-fi y que así nunca nadie iba a poder “robarles” su conexión, acá va una mala noticia: muchos de los avispados internautas consiguen descifrar los códigos secretos.

Pero relax porque acá van algunos consejos para saber si hay algún ventajero aprovechándose de nuestro servicio de Internet, y de ser así, algunos trucos para evitar que esos “ladrones” sigan saliéndose con la suya.

Lo primero que hay que saber es que si el internet va más lento de lo normal, puede ser que se esté compartiendo el servicio con algún enganchado. Algunas formas de saber a ciencia cierta si hay alguien más ahí son, por ejemplo, comprobar las luces del router.

Para ello hay que apagar todos los dispositivos inalámbricos y, una vez hecho, ver si la luz indicadora del router sigue encendida. Si es así, es que efectivamente hay alguien más conectado.

Otra manera es comprobar las direcciones IP. Hay que iniciar sesión en el panel de administración del router tecleando la dirección IP propia directamente en el navegador (se puede ver en la etiqueta del propio router).

Una vez conectado, hay que acceder a la sección “dispositivos conectados” o “lista de dispositivos”, donde aparecerá la lista de direcciones IP que están utilizando la conexión. Si hay una distinta a la propia será que hay alguien usurpando el servicio.

La medida principal a tomar para evitar esta intrusión es la de cambiar la contraseña. Pero ojo, tiene que ser una más compleja de la que existía, porque obviamente quien consiguió acceder al Wi Fi es porque pudo descubrir el anterior código. De hecho, algunos expertos recomiendan cambiar esta contraseña una vez por mes, para evitar disgustos.

También se puede hacer uso de herramientas de software que permiten monitorizar el Wi-Fi y descubrir en seguida si alguien está haciendo un uso indebido de la conexión. Una de las más populares es MoocherHunter, que permite identificar la ubicación del “ladrón inalámbrico” por el tráfico que envía a través de la red. También permite disuadirlos de su actitud al saber que fueron rastreados.

Por último, los especialistas aconsejan el método tradicional para evitar este tipo de problemas: desconectar la red por completo cuando se va a estar fuera de casa por viaje o por tiempo indeterminado para evitar convertirse en una “presa fácil”.