Investigadores del Conicet desarrollaron en Bariloche una aplicación para teléfonos móviles que facilita a los productores artesanales de cerveza realizar los cálculos y análisis necesarios para optimizar la utilización de las levaduras así como mejorar la productividad y rentabilidad de la industria.

El desarrollo estuvo a cargo del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPAtec) del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue (Uncoma), dirigido por el investigador Diego Libkind, con un equipo de científicos que desarrollaron junto a fabricantes la primera cerveza artesanal 100% argentina.

Libkind explicó a Télam que la nueva app, denominada MicroBrew.ar, "deriva del interés del IPAtec por hacer que los productores cerveceros hagan mejor calidad de cerveza".

"La app es el objetivo cumplido de poner la atención en las necesidades que tiene el sector socio-productivo. Nace de la voluntad y de las ganas de jóvenes que quieren emprender y facilitar la ayuda que el sector cervecero necesita para mejorar la calidad de su producción", sostuvo.

Libkind trabaja hace años en investigaciones relacionadas a la industria cervecera artesanal y fue el descubridor de la levadura "Saccharomyces eubayanus" en los bosques andino patagónicos, similar a las usadas en Alemania hace siglos en la fabricación de cervezas, que fue patentada por el Conicet y fue usada por Heineken para hacer la cerveza H41, de tirada limitada y venta en el viejo continente.

Se trata de la levadura lager, usada en el 95% de las cervezas fabricadas en el mundo, para la obtención de los aromas y sabores en los distintos productos.

Además, en la segunda edición del evento Ciencia y Cerveza la levadura permitió dar a conocer la primera cerveza artesanal 100% argentina, fabricada en Bariloche entre científicos, tecnólogos y seis productores artesanales de la ciudad.

El investigador indicó que el novedoso software "permite poner el celular o la tableta en el lugar del ocular de un microscopio, para sacar fotos de los preparados y determinar el número de levaduras que hay y cuántas están vivas, imágenes que imprimen en 3D".

El desarrollo cuenta con dos herramientas de análisis alternativos: un contador manual que se ejecuta durante la observación en el microscopio, y el equipo de fotografía vinculado al microscopio.

"La aplicación le permite al ojo no científico del fabricante de cerveza hacer el análisis, para hacer cerveza en menor tiempo y de mejor calidad", precisó.

La app es gratuita, está disponible para iOS y Android, y fue presentada días atrás en el Concejo Municipal local, en el marco de la semana gastronómica Bariloche a la Carta, donde Libkind anticipó que seguirán trabajando sobre el desarrollo para "ir sumándole otros beneficios".

La aplicación fue desarrollada por Carlos Bertoli, directivo de la carrera del Personal de Apoyo del Conicet, y Clara Bruzone, becaria postdoctoral del Consejo, junto con otros científicos del Centro Científico Tecnológico (CCT) Conicet Patagonia Norte y la empresa barilochense de software InnQube, desarrolladora de este software.

Víctor Cussac, director del CCT Conicet Patagonia Norte, destacó a Télam que el resultado de este desarrollo se debe al trabajo del organismo por facilitar una vinculación entre los científicos e investigadores y la industria y los productores.

"Es un círculo virtuoso que muestra cómo a partir de la capacitación, la inteligencia y la tecnología se puede estar al servicio de la producción con una mirada solidaria con el desarrollo humano para que todo funcione mejor", afirmó Cussac en la presentación de la app en el Concejo de Bariloche.

En los últimos años la industria cervecera artesanal de Bariloche se convirtió en el sector más dinámico de la economía privada de la ciudad, con el surgimiento de una veintena de microcervecerías, muchas con sus propios bares, y decenas de otros fabricantes caseros y patios cerveceros que venden productos de marcas locales.

Estas empresas y familias contratan una alta cantidad de mano de obra, en gran medida especializada, de lo que se deriva un importante aporte al PBI de la ciudad y la región en compras, ventas y servicios.

 

 

(Télam)