Las personas consideran más molesto el ruido de los drones que el que proviene de vehículos terrestres, incluso cuando el sonido está en el mismo nivel de volumen, reveló un estudio de la NASA publicado este martes por la revista New Scientist. 

Los datos "sugieren una falta de paridad entre el sonido de los drones grabados y el de un conjunto de vehículos terrestres que también fueron registrados e incluidos en la prueba, como medida de métricas de ruido contemporáneas", señaló la investigación publicada en la web de la agencia espacial, realizada por Andrew Christian y Randolph Cabell. 

En los últimos años, los investigadores del centro de la NASA en Langley estuvieron involucrados en una serie de proyectos para estudiar el grado en que las instalaciones y capacidades existentes, creadas originalmente para el trabajo en aviones de gran escala, son extensibles a escalas menores, como la de los drones.

"Un análisis preliminar indica que puede existir una diferencia sistemática entre la respuesta de la molestia generada por el ruido de los drones y el de los vehículos terrestres incluidos en el estudio", indicó el trabajo. 

Aún se desconoce si esta diferencia se puede contabilizar por otros factores, o si tiene que ver con diferencias cualitativas entre el sonido de los autos y los drones", sostuvo la investigación. 
Asimismo, informó que se está llevando a cabo un análisis más profundo de los datos, incluido el factor de análisis y la pregunta por la penalidad, a fines de 2017. 

"No llevamos a cabo esta prueba pensando que iba a ver esta diferencia significativa", afirmó este martes Andrew Christian, en declaraciones a la revista New Scientist. "Es un casi un hecho desafortunado que la investigación haya presentado esta diferencia en los niveles de molestia", agregó en investigador, en tanto que su intención era simplemente demostrar que las instalaciones acústicas del centro de investigación de Langley podían contribuir a los grandes esfuerzos de la NASA para estudiar drones. 

No obstante, los resultados indicaron la irritación adicional que experimentaron las 38 personas que escucharon el ruido de los drones como si un auto estuviera de repente dos veces más cerca de lo que había estado antes. Los participantes no sabían que estaban escuchando este tipo de vehículos y tampoco conocían el propósito de la investigación.

Lo único que sabían era que estaban escuchando sonidos vinculados al "futuro del transporte", en tanto que Christian aclaró que solo un especialista o entusiasta de la tecnología puede identificar a los drones solo por su sonido.

(Telam)