La red social Facebook debe adaptarse a los cada vez más constantes casos de difamación virtual, y por eso lanzó nuevas herramientas ​para que sus usuarios reporten dentro de la plataforma alguna publicación de imágenes íntimas sin​ su consentimiento. Se trata de una práctica conocida con el nombre de "pornovenganza" que está entre las acciones de usuarios malintencionados junto al grooming y el bullying, que ya son vistos como delito en el territorio nacional.

Con estas nuevas herramientas, Facebook busca evitar que sean replicadas las imágenes íntimas de las personas sin consentimiento, tanto en Messenger como en Instagram, según anunció.

"Si encontrás una imagen que parece haber sido compartida sin autorización en Facebook, podés reportar este contenido ​en la plataforma haciendo clic en la flecha localizada en la esquina superior derecha", explicaron desde la red social en un comunicado este miércoles.

Una vez realizado el reporte, un miembro del equipo de Operación de Comunidad -entrenado para ​analizar y determinar la eliminación de estas imágenes si violan sus Normas de Comunidad- procederá a revisar el contenido. ​

En este punto, aclararon que también se puede suspender la cuenta de quien compartió las imágenes íntimas sin permiso, en caso de que reitere este comportamiento y acumule denuncias. "Utilizaremos la tecnología de 'photo-matching' para ayudar a frustrar los intentos de compartir las mismas imágenes íntimas en Facebook, Messenger e Instagram", resaltaron.

La red social subrayó que si "alguien trata de compartir estas imágenes después de que ellas ​hayan sido denunciadas y eliminadas", le advertirán a la persona que la imagen infringe sus políticas, por lo que detendrán el intento.

"También​ estamos​ trabaja​ndo en conjunto con organizaciones de seguridad que proporcionan recursos y apoyo a las víctimas de este tipo de comportamiento", agregó.

La "pornovenganza" se refiere a la publicación de imágenes íntimas explícitas difundidas en Internet sin el consentimiento de las personas que están en ellas, con el objetivo de extorsionarlas o humillarlas.

Un estudio realizado en los Estados Unidos con las víctimas de este tipo ​de publicaciones no consensuadas, el 93% de las personas afectadas ​aseguran haber sentido ​una profunda angustia y el 82% ​afirma ​haber sufrido repercusiones indeseadas en ​los ámbitos social, profesional y otras importantes zonas de su vida.