El Presidente Mauricio Macri ratificó el rumbo económico de su gobierno, en una fugaz visita que tocó Rosario y Timbúes, antes de recalar en la feria rural Expoagro, en San Nicolás. Visita que contó con un fuerte blindaje de carros hidrantes y cordones de gendarmes apostados con armas para mantener al jefe de Estado a salvo y lejos de manifestantes que quisieron expresar su malestar, tales como los trabajadores suspendidos de General Motors.

“La confianza es la columna sobre la que se edifica el crecimiento, y ésta se logra diciendo la verdad, cumpliendo con la palabra, que es lo que hicimos desde Cambiemos. Dijimos en campaña que íbamos a eliminar las retenciones, que es un castigo al desarrollo, a la economía federal, al progreso de las economías regionales. Y lo hicimos”, dijo Macri este viernes en la planta fabril de Arag, en Circunvalación y Uriburu.

La empresa, que fabrica componentes para pulverización y dispositivos tecnológicos en agricultura de precisión, inauguró su nuevo predio en la colectora Juan Pablo II al 5500, y Macri aceptó el convite. Antes había estado en la fábrica de biodiesel Renova, que el grupo Vicentín posee en Timbúes, y donde culminó una inversión de 450 millones de pesos para su puerto privado y la planta aceitera.  Allí se encontró con el gobernador Miguel Lifschitz y con el presidente comunal Amaro González.

Como la visita sintonizó con dos industrias del complejo agrícola, Macri se ciñó a ese tema y no aludió a nada más a pesar de que a lo lejos tronaban bombos y gritos que intentaban hacerle llegar la voz del reclamo social. A tal punto Presidencia procuró proteger al titular del Ejecutivo de los escraches, que ordenó el cierre de los accesos a la fábrica apenas llegó al predio, y dejó afuera a numerosos trabajadores de prensa. De todos modos, hubo un corte de energía al promediar el discurso y Macri se quedó sin terminar lo que pensaba decir.

“Este año pinta ser cosecha récord de trigo y cosecha total con 130 millones de toneladas. Es bueno pero debemos agregar valor, procesarlo y que con nuestras capacidades ocupemos más espacios en los supermercados del mundo con nuestras buenas materias primas”, refirió. No hizo mención a la decisión de SanCor de cerrar cuatro plantas, una de las cuales la tuvo a poco más de 100 kilómetros, en Centeno. Tampoco a las suspensiones en General Motors ni al cierre de Mefro Wheels.

El Presidente aseguró: “Ratifico que este es un camino. Pobreza cero no es de un día para el otro. Es una meta. Importa que hagamos esfuerzos todos los días para acercanos a ese objetivo. El camino es dialogando, trabajando juntos, no poniendo palos en la rueda. Sin grupos que se aferran a su lugar de poder y quieren interrumpir el desarrollo de Argentina. Fueron muchos años de promesas incumplidas, mentiras, estadísticas falsas. Hoy nos comprometimos a trabajar, y por primera vez en cinco años el país va a crecer”.

“Hay provincias –añadió- que no ven estos frutos, y no todos los sectores están como está el campo. Todos saben que debemos redoblar esfuerzos para acompañar a los que no sienten los efectos de este camino que empezamos a recorrer”, alcanzó a decir y se quedó sin audio. De fondo, seguían retumbando gritos lejanos.

Macri partió poco después en helicóptero al predio de Expoagro, en la ruta 9, cerca de San Nicolás, junto con Lifschitz y también con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, ministros y empresarios de la agroindustria y de los multimedios Clarín y La Nación.