La Justicia imputó y le dictó prisión preventiva al único detenido por la feroz balacera que se desató en el interior de un boliche que funcionaba como after en Maipú al 1100. El fiscal Malaponte, a cargo de la investigación, acusó a Alejandro Brisueño, un joven de 20 años, de los delitos doble homicidio y lesiones. Las figuras fueron aceptadas por el juez Leiva, quien además aceptó el pedido de que el acusado continúe detenido.

Brisueño es el único protagonista de la trifulca que desencadenó el tiroteo dentro del after Child que fue detenido por la policía. La balacera causó la muerte de Vladimir Medina, de 20 años y con antecedentes penales, y Héctor Cejuela, de 21. Asimismo, una menor de 17 años, cuya identidad se reserva, continúa internada en el Hospital Provincial con heridas de arma de fuego.

Los investigadores aún intentan reconstruir las causas del ataque, pero fuentes policiales señalaron que al menos diez balazos detonaron dentro del comercio nocturno, que no contaba con habilitación municipal y acumulaba multas, una clausura y hasta una denuncia penal por parte del municipio, que recibió críticas de la oposición por los controles.

La discusión y el posterior tiroteo se dio alrededor de las 5 de la mañana. Medina fue el que se llevó la peor parte, con varios disparos, entre ellos en el cráneo, un brazo y en el abdomen. El muchacho había salido del after, y ya había cruzado la calle. Se encontraba en la vereda de los números impares cuando las balas lo alcanzaron. Un reguero de sangre marcó sus últimos pasos hasta la esquina. Se desplomó malherido frente al bar El Ancla, donde perdió más sangre todavía. Lo llevaron en un auto al Heca, donde falleció cerca de las 8 del viernes.

Cejudo, en tanto, recibió disparos en la zona inguinal y falleció pasado el mediodía, también en el Heca. La joven de 17, en cambio, está internada en el Provincial con una herida de bala en una pierna.