Los trabajadores bancarios de todo el país no atenderán al público durante las últimas dos horas de la jornada del próximo jueves 21, en rechazo al aumento salarial de apenas el 9% para el 2018 ofrecido por las patronales. En Rosario, fuentes de la Asociación Bancaria confirmaron a Rosarioplus.com que se plegarán a la medida.

En un comunicado, el Secretariado General Nacional de la AB ratificó su rechazo a "la irrisoria propuesta patronal paritaria del 9 por ciento en cuotas para 2018" y exigió "un porcentaje de mejora salarial acorde con los precios de los alimentos, los servicios y el dinero", por lo que los trabajadores no atenderán al público el próximo jueves durante las dos últimas horas en la totalidad de las entidades financieras del país, informó el gremio.

Los secretarios general y de Prensa, Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe, solicitaron a los usuarios "comprensión" ante "las razones de los trabajadores" en un comunicado difundido este martes, y aseguraron que la Bancaria "no cederá ni concederá ante la injusticia".

Para el sindicato, "el ridículo 9 por ciento de aumento paritario como tope y el intento de las cámaras de avanzar contra los derechos bancarios adquiridos es una provocación". "Niegan la habitual compensación anual que se percibe en enero; cuestionan la escala para la compensación del Día del Bancario; pretenden que la actualización automática del salario -acordada en paritarias para el caso de que la inflación supere el 19,5 por ciento, lo que ya ocurrió- es parte del acuerdo para 2018, y ofrecen una miseria que contrasta con la tasa de referencia del Banco Central (BCRA)", puntualizaron los dirigentes.

La organización sindical también aseguró que continuará luchando en rechazo de "las regresivas reformas previsional, laboral y tributaria", y que exigirá en su caso "su derogación", y se solidarizó con "la lucha de los trabajadores del Banco Provincia de Buenos Aires (Bapro) en defensa de los históricos derechos previsionales".

"El gobierno impone un esquema económico-social favorable a los ricos y contrario a los trabajadores y sectores más débiles de la sociedad. Las regresivas reformas previsional, laboral y tributaria son continuidad del ajuste iniciado en 2015 con la brutal devaluación, los despidos, la apertura de importaciones en perjuicio de la producción local, la pérdida de empleo y poder adquisitivo salarial y los topes paritarios, pero no en cambio a los precios de bienes o servicios imprescindibles para una vida digna", afirmó el sindicato.