En una llamativa autocrítica al rol del kirchnerismo como oposición, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner exhortó a los dirigentes de su espacio a “unificar las discusiones en los problemas cotidianos de la gente”, entre los que mencionó el “hambre, la reapertura de paritarias, el tarifazo y la inseguridad”. En una charla en la sede del sindicato de ATE Capital y acompañada por el sindicalista Daniel Catalano, CFK admitió que desde los sectores que conforman el espacio político y sindical del campo popular “tenemos un discurso muy disperso” y sugirió que tienen que “enfocar nuestro discurso sobre ejes básicos”.

La ex mandataria llegó este martes a Buenos Aires para hacer política, por primera vez desde que dejó la presidencia sin una citación judicial en la agenda inmediata, como sí tendrá que hacerlo el mes próximo, para responder a la citación que le hizo el juez Julián Ercolini, el 20 de octubre, para tomarle declaración indagatoria en la causa en la que se investigan presuntas irregularidades en el manejo de la obra pública durante su gobierno.

Durante otro momento de su discurso, la ex mandataria también admitió que sus oratorias -muchas de ellas en cadena nacional- “eran muy largas. Aprendí. Me di cuenta que hay que ser más breve. Cortito y conciso. Los militantes tenemos que adaptarnos a la sociedad para ayudar a la gente a comprender mejor las cosas”, remarcó en referencia a la forma de comunicar del kirchnerismo. 

Sobre los temas que deben remarcar los dirigentes opositores, puntualizó: “Hoy en la Argentina hay hambre porque creció la desocupación y la plata no alcanza. El otro eje es la reapertura de paritarias. Otro eje son las tarifas que no tienen aumentar más que el salario porque no se pueden pagar. También el tema de la inseguridad, principal problema que tiene la sociedad”.

Ante la presencia de cientos de delegados del sindicato de estatales, Cristina señaló que “lo fundamental es la unidad de los trabajadores que además deben encontrarse otra vez con los estudiantes”. 

Respecto a la unión de los sectores del campo popular consideró que “la unidad no se va a dar por la ideología sino por el lado de los intereses agredidos”.  Y concluyó: “Es hora de juntar voluntades con los que tienen los mismos problemas e intereses que nosotros. La unidad no se logra en una mesa de rosca. Se logra con la acción, en la calle y en el territorio”.