Los policías imputados por encubrimiento, en el marco de la causa donde se investiga la ejecución de David Campos y Emanuel Medina por parte de efectivos del Comando Radioeléctrico (CRE) y la Policía de Acción Táctica (PAT), seguirán con prisión preventiva.

El juez Carlos Leiva determinó que los fundamentos presentados por la defensa de los uniformados, acusados de adulterar el escenario del crimen de los muchachos, ocurrido el 23 de agosto, no fueron suficientes para lograr la excarcelación de los efectivos.

"No alcanzaron las pruebas que impulsaba la abogada defensora de los policías para darle la libertad", comentó Germán Campos, hermano de David, en diálogo con Rosarioplus.com.

Este viernes se realizó una audiencia, en los Tribunales Provinciales, en la cual se revisó la medida de prisión preventiva dispuesta para los 17 policías que fueron imputados por encubrimiento doblemente agravado y falsedad ideológica en septiembre pasado.

La defensa de algunos de los uniformados acusados de adulterar el escenario de los hechos había presentado un pedido ante la justicia para la excarcelación de los efectivos policiales, fundándose en que la escena no fue debidamente resguardada.

El jueves 7 de septiembre, el fiscal de Homicidios Adrián Spelta había imputado a los policías del Comando Radioeléctrico y PAT en la causa que investiga la persecución vehicular y balacera que terminó con la vida de David Campos y Emanuel Medina en Callao y Arijón. De los 18 involucrados, sólo uno fue imputado por homicidio y para él se solicitó la pena de prisión perpetua, mientras que el resto quedó bajo la figura de encubrimiento. 

Cacería fatal

David Campos (28 años) salió a bailar el 22 de junio junto a su amigo Emanuel Medina (32). Puso su auto para la recorrida: un Volkswagen Up gris que había sacado del concesionario hacía dos meses con un plan de cuotas. La fiesta se extendió hasta la mañana del viernes. No se fueron a dormir y siguieron dando vueltas por las calles de la zona sur. A las 11.30 del viernes 23, el auto terminó contra un poste, en Arijón y Callao, y los dos jóvenes acribillados por balas policiales.