Los usuarios rosarinos no paran de hacer cuentas con la calculadora ante el reciente anuncio del aumento del boleto de colectivo y el debate que comienza por el servicio de taxi. En paralelo, avanza una alternativa que puede ayudar a esquivar los tarifazos: viajes cotidianos en conjunto, que por su lógica de sostenibilidad está lejos de ser Uber, ya que es más bien una red social "bancada" por instituciones.

La plataforma de viajes compartidos de la ONG STS Rosario, llamada Carpoolear, tiene desde 2016 un servicio diferenciado de viajes al trabajo o a la facu. Es diferenciado porque no se trata de una elección libre de un usuario que quiera subir su viaje interurbano como ya existe, sino de una elección de instituciones públicas, organizaciones y empresas privadas, que deciden implementar esa red interna, de la cual sus asistentes deciden o no usufructuar.

El proyecto se llama Carpoolear+, y recién sale de su prueba piloto, nada menos que con varios ministerios del Gobierno de Santa Fe y la Universidad Nacional de Córdoba, tras lo cual mejoraron interfaces y presentación. Ahora se encuentra cerrando un acuerdo con la UNR, entre otras del país.

En números, en Rosario por estos días unas 70 personas del gobierno provincial ya hacen uso, de los cuales 15 ó 20 lo hacen con viajes regulares a localidades fuera de la ciudad, y por otra parte otras 300 personas del call center Accenture lo hacen dentro de Rosario.

Se trata, como explicó uno de los gestores del proyecto, Matías Ocampo, a Rosarioplus.com, de una red social pero interna, “una plataforma personalizable para que empleados, docentes, no docentes y estudiantes puedan chatear y compartir los viajes del día a día dentro de su ciudad, compartiendo el único gasto de la nafta”.

Por estos días se cierra el convenio con la Universidad Nacional de Rosario, lo que sumará a la vasta comunidad de estudiantes, docentes y no docentes que estén registrados, la posibilidad de viajar juntos hacia cada facultad. "Desde que comenzó el proyecto, los que formamos Carpoolear queríamos brindar este servicio en la UNR, ya que todos somos egresados y vivimos en Rosario”, explicó el joven.

Para llevar esta demostración a números, basta decir que una persona que viaja desde Roldán a Rosario tiene un gasto mensual de $2000 en combustible.Claro que estos costos dependerán también del tipo de combustible que se consuma y del motor de cada auto.

Consultado por el precio hipotético de un grupo de estudiantes desde zona norte u oeste hacia la Siberia (Ciudad Universitaria de la UNR en Riobamba y Berutti), Ocampo detalló que el costo de combustible para ese trayecto durante un mes es de alrededor de $1200. Si se piensa en un grupo de tres personas que viajan cuatro veces a la semana desde el norte de la ciudad hasta la ciudad universitaria, ida y vuelta, serían unos 32 viajes compartidos entre tres, lo que costaría alrededor de $12,50 por persona por viaje. Es el mismo costo que un viaje en las bicicletas públicas (que bajó su costo a 12.45), y 2,80 pesos más que el viaje en colectivo. Claro que cabe considerar las comodidades de viajar entre compañeros desde cada hogar hasta la puerta de la institución.

La institución o empresa (de una considerable capacidad de usuarios) contrata por un año una licencia de la plataforma que se programa especialmente, y su uso es gratis para los usuarios, que gracias a la cantidad de viajes compartidos que realizan diariamente hacia sus trabajos o sus casas de estudio, se estiman altos niveles de carbono ahorrados en el aire.

Este servicio busca mejorar la sostenibilidad de las ciudades, con la reducción de emisiones de carbono en el combustible, cuando viajan entre dos y cuatro personas juntas, y sus usuarios pueden cargar viajes asiduos que realicen cada semana o cada mes. “Una vez en el chat, el pasajero suele contactarse con el conductor y coordinan entre ellos el punto de encuentro para llegar a la institución”, destacó.

Por otra parte, Uber es un negocio que lucra con los pasajeros y conductores. Esta plataforma ofrece a las empresas e instituciones como un servicio para su traslado, a modo de responsabilidad social para con ellos. Y también se diferencia en que cada institución tiene mapeadas sus sedes físicas, y los viajes se realizan en torno a ellos.

Tampoco es una competencia con el taxi o remís, si se considera que los que realizan traslados juntos son compañeros de una misma facultad, empresa o organización.

Entre las instituciones en tratativas para aplicar este sistema, se encuentra la Universidad Nacional de Nordeste, la Universidad Nacional del Litoral, el gobierno de Mendoza y la Universidad de Cuyo, así como universidades privadas de Rosario y Buenos Aires. “La idea es que sirva a instituciones que tengan muchos asistentes, para que funcione mejor la variedad de propuestas de viajes”, aclaró.

Entre las empresas que ya contrataron esta plataforma de traslados urbanos entre su personal se encuentran bancos de Córdoba, Ford y Disney Channel.