Mientras la protesta por parte de un grupo de carreros recrudece frente al Concejo Municipal, desde el Ejecutivo afirman que se avanza con el efectivo cumplimiento del fin de la tracción a sangre con programas de acompañamiento para la reconversión laboral. Afirman que mil familias ya entregaron sus caballos voluntariamente.

En horas del mediodía, recolectores informales cortaron el tránsito frente al Palacio Vasallo con el objetivo de impedir el ingreso al Concejo. Y lo consiguieron. De hecho, algunos de los carreros se encadenaron a una de las puertas de acceso.

Se trata de un grupo de personas que se opone a la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre en las calles de Rosario. Son los mismos que días atrás se habían manifestado frente a la Municipalidad en reclamo de respuestas y soluciones por parte de funcionarios del Ejecutivo.

En paralelo, el municipio asegura que ya se notan los avances desde la tracción a sangre. “A través del Programa Andando se garantiza caso por caso la asistencia e inclusión social de los recolectores informales”, recalcaron a través de un comunicado.

La Municipalidad de Rosario recalcó que “no se busca la sanción de quienes se ocupan de la recolección informal de residuos, sino que se aboga por el cumplimiento de la ordenanza que pone fin a la tracción a sangre; por ese motivo en los operativos de Control Urbano se retirarán los caballos y se entregarán a los carreros tarjetas de colectivo para que se acerquen a la Secretaría de Economía Social y desde allí recibir el acompañamiento de las áreas sociales municipales y provinciales”.

Desde el Ejecutivo recordaron que hasta el momento hay 1.380 carreros inscriptos en el registro municipal, en tanto unas mil familias han entregado sus caballos voluntariamente, recibiendo aportes económicos y asesoramiento en la conformación de emprendimientos laborales en diversos rubros.