El grupo de policías de la Seccional 7ma. acusado de participar en la muerte de Franco Casco, está “a un paso de las indagatorias”. A poco de cumplirse dos años del hecho, desde el entorno de la familia repasaron detalles de la causa caratulada como “desaparición forzada de persona”.

El letrado Guillermo Campana contó que en la Justicia Federal comienza a activarse el pedido de declaraciones indagatorias a policías que preparan el fiscal del caso, Degiovanni, y las querellas particulares. Dijo que están "a un paso de las indagatorias” puesto que “la investigación está avanzada y hay mucha prueba producida”.

Por una cuestión de estrategia procesal, el abogado prefirió no detallar sobre quiénes recaerán los pedidos de declaración, aunque aclaró que se trata “del personal de la seccional Séptima" donde fue visto por última vez con vida la víctima.

Explicó que de acuerdo al planteo que realizarán los querellantes particulares junto al fiscal federal Degiovanni, se acusará “por distintas participaciones dentro del delito de desaparición forzada, tanto por la realización como por el encubrimiento”.

Franco Casco desapareció el 6 de octubre de 2014 luego de despedirse de unos parientes de barrio Ludueña, para ir a abordar un micro que lo llevara de regreso a su casa de Florencio Varela. Tras pasar por la seccional, donde habría estado demorado unas horas, el joven desapareció hasta que su cuerpo fue encontrado por efectivos de la Prefectura Naval el 30 de ese mes flotando en el río Paraná, a la altura de la costanera central de Rosario.

Sobre los hechos, Campana recordó que “se pudo determinar a través de la autopsia que ingresó sin vida al agua y que fue para ocultar el cuerpo como un elemento clave del delito”. La versión policial, en tanto, sostiene que el joven fue demorado el 7 de octubre al mediodía y que esa noche fue dejado en libertad por orden de un fiscal, tras la rutinaria revisión médica.