Después de quince años de investigar, un grupo de científicos dirigido por Diego Chouhy creó un kit de diagnóstico molecular que promete revolucionar el sistema sanitario. Este año y con apoyo de un grupo inversor, ofrecerá una prueba para el virus HPV que promete ser buena, bonita y barata. Es más, sostienen que este examen supera en eficiencia al papanicolaou, que detecta lesiones, y podrá adelantarse en años a las primeras señales del cáncer en la cérvix.

El examen, que no necesita equipamiento complejo ni personal ultracapacitado, detecta más de 15 cepas del virus. La mayoría tienen un riesgo oncológico alto. Entre otras bondades, tiene el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este tipo de test se hace unos pocos centros de salud de Argentina a partir de mecanismos importados, por lo que no llegan a la mayoría de la población.

Es la primera iniciativa en recibir apoyo de un inversor privado que se acercó a la Aceleradora de Proyectos Bio.r, un espacio que busca amigar al mundo de la ciencia con el de la producción en Santa Fe. Se creó en 2015 en el predio del Centro Científico Tecnológico (CCT) detrás de la Ciudad Universitaria. Allí funcionan parte de los 13 institutos que dependen de Conicet. Esto fue antes de que el gobierno de Cambiemos decidiera recortar el presupuesto.

Para Romina Casadevall, la coordinadora general de la Aceleradora, el kit cumple con uno de los objetivos del por qué se debe sostener la inversión en ciencia de un país. “Busca sustituir importaciones y mejorar la calidad de vida de las personas. Este avance hace que llegue a personas que antes no tenían la plata para hacerse el análisis. Cuesta menos de la mitad que los que se hacen con metodologías extranjeras”, compartió la biotecnologa.

El kit fue uno de los 15 proyectos que se presentaron en la aceleradora nacida del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), dirigido por Alejandro Vila. Seis fueron ofrecidos a un inversor. Los demás quedaron a la espera del interés de privados y están asociados a otros diagnósticos en salud y mejoras en el sector agropecuario.

Acercar mundos

En diálogo con Rosarioplus.com, Marina Calleia de la Oficina de Vinculación del Conicet, explicó que muchas veces el mundo de la ciencia y de la producción tienen distintas lógicas. Los tiempos y la inversión son diferentes. Por eso, los esfuerzos de Conicet están en capacitar a los científicos en cómo vincularse con el sector productivo y ofrecer a las cámaras de productores de la región las potencialidades de los investigadores.

“En ciencia no se puede garantizar resultado inmediato. Hay formas de bajar los riesgos. Sin investigación de base (como los 15 años del grupo dirigido por Chounhy) no llegaríamos a este momento de transferencia. Queremos ser el nexo entre los dos mundos porque en general las empresas tienen interés pero solo cuando los proyectos están por salir al mercado. Sería mejor que el apoyo venga antes”, opinó Calleia.