La reforma tributaria que proyecta el gobierno para reducir la presión fiscal y ganar competitividad descansa en la posibilidad de que las provincias bajen algunos impuestos. Uno de los señalados por el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, es Ingresos Brutos (II.BB.), al entender que “deja a la Argentina fuera de juego” frente a otros países.

“Queremos que las provincias se comprometan a una reducción de impuesto distorsivos, esencialmente II.BB. y sellos. Necesitamos que el peso de II.BB. baje porque deja a la Argentina fuera de juego en términos de la competencia con otros países. No existe en ningún lugar del mundo”, afirmó en la señal La Nación +.

Las provincias concuerdan en que hay que bajar la presión fiscal para crecer, al menos así lo entendió el ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione en contacto con Rosarioplus.com, pero  por otro lado bajar un impuesto es limitar la recaudación, que en el caso de Ingresos Brutos representa el 77% de los ingresos de Santa Fe. Ahí está la discordia con las “provincias más grandes” que son las que más dependen de este impuesto por tener “un sector privado más vibrante”.

Según Dujovne, “las provincias saben que este impuesto es malo y están de acuerdo en un esquema gradual para ir reduciéndolo”. Sobre el mismo tema, el gobernador Miguel Lifschitz dijo días atrás: “Lógicamente que todo lo que represente disminuir los impactos tributarios es positivo. Habrá que analizar cómo se pueden compensar esas pérdidas (…) Tampoco es posible que los problemas de la economía los resuelvan las provincias".