El camino de la igualdad de género se construye también desde los poderes del Estado a la par de las manifestaciones que buscan generar conciencia social. Un reflejo de esto son las leyes de cupo femenino y paridad de género, que garantizan porcentajes mínimos de participación de las mujeres en las candidaturas. Rosarioplus.com quiso saber cómo se reflejó ese camino en la historia reciente del Concejo Municipal.

Con la recuperación de la democracia, se conformó el Concejo con un total de 38 ediles, y desde entonces fue creciendo el cupo femenino en una constante interesante y representativa de cada época. Desde el comienzo en 1983, con solamente tres concejalas (Marta Ángela Amiratti, Nilda Raquel Buttazzoni y Alicia Laura Hanlon, del Justicialismo) que representaban un 7,9%, se llegó hasta las últimas elecciones de 2015 con un 42% de mujeres (12 en total).

Estos números se conocieron por primera vez gracias a que el Observatorio Legislativo Local elaboró y publicó en su sitio web un informe sobre la composición de género desde 1983 a la actualidad “teniendo en cuenta los concejales electos y descartando si hubo reemplazos por fallecimiento u otras razones dejaron sus bancas”.

Paulatinamente, se emparejó la labor parlamentaria femenina a la de los hombres, aunque nunca se alcanzó el 50%. Al día de hoy, 34 años después, las mujeres están cerca de lograrlo. Tal vez, con la voluntad de los partidos en los cierres de listas (que por estos días se encuentran en confección) y la de los votantes, se consiga la meta en las elecciones de este año.

Este proceso comenzó con menos de un 10% con sólo tres concejalas del PJ, y apenas diez años después, en 1993, con la aprobación de la primera ley de cupo femenino (Ley n° 24.012) las mujeres llegaron a ocupar un 21% de los escaños. La cantidad se duplicó de cuatro a ocho las concejalas.

Entre 1999 y 2003, el cambio fue histórico, ya que se llegó al máximo de mujeres hasta hoy (13), aunque en porcentajes no llegaron a representar a un tercio (31%), ya que fueron también los años de mayor cantidad de ediles (42 en total).

La concejala del Frente para la Victoria, Norma López, consideró que “el logro de la incorporación de las mujeres en la política​ ​se debe a su mayor participación ​no sólo en los partidos sino en sindicatos, gremios, agrupaciones y universidades. La diversidad de miradas​ es fundamental en la construcción y el control de políticas públicas, y las mujeres hemos aportado mayor volumen de proyectos en diferentes temáticas y específicamente en lo referido a la perspectiva de género que hasta el momento había sido casi nula”.

López precisó que “la expectativa siempre es que aumente la representación femenina en la política en general, y basándonos en el informe del Observatorio, desde el ​2000 se mantiene una participación de entre el 30 y 36% con pequeñas variaciones, por cuanto es importante la sanción de la Ley de Paridad en la provincia de Santa Fe para asegurar la equidad de género”.

Consultada por la real posibilidad de que las mujeres ocupen la mitad de las bancas, la concejala se mostró “convencida que las mujeres lo vamos a lograr. Es mi expectativa, mi sueño y trabajo día a día para lograrlo, en redes junto a las organizaciones de mujeres y con la construcción de otro parámetro cultural hecho junto a varones”.

Una historia rumbo a la paridad de género

El 6 de noviembre de 1991 el Congreso de la Nación aprobó la primera ley de “cupo femenino” (24.012/1991) que estableció que las listas que se presenten deberán tener un 30% de mujeres en los cargos a elegir.

Poco más de seis meses más tarde, el 2 de junio de 1992, se aprobó en Santa Fe la ley 10.802, que actualmente está en vigencia y que a diferencia de la nacional establece que un tercio, es decir el 33% de las listas deberán estar integradas por mujeres “en forma intercalada y/o sucesiva”. Ésta diferencia, al parecer insignificante, asegura que el porcentaje se respete en cada tercio de la lista, y no da posibilidad de ambigüedades.

En 2016, la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires aprobó la ley de paridad de género, que estableció un cupo del 50% en las listas para mujeres con una “alternancia y secuencialidad entre géneros”. Luego, el Senado de la Nación dio el visto bueno a un proyecto de paridad de género en las listas de elecciones (incluso las partidarias), y aún espera su tratamiento de la Cámara de Diputados de la Nación.

En Santa Fe, la situación no es muy diferente: la Cámara de Diputados dio media sanción a una actualizada ley de paridad de género en las listas de elecciones, que exige un 50%, pero perdió estado parlamentario el pasado 30 de abril y volvió a ingresar con la firma de todas las diputadas mujeres. Actualmente se encuentra en discusión en la Comisión de Derechos y Garantías.

​Norma López recordó que el gobernador Miguel Lifschitz se comprometió a que este año dicha ley sea aprobada pero que “lamentablemente los senadores desoyeron, y  que perdió el estado parlamentario. Hasta el momento la indefinición de los legisladores provinciales denota la disputa de poder que está en juego con esta ley”, analizó. 

Por esto, la Mesa de Mujeres por la Paridad (espacio multipartidario y multisectorial) de la provincia viene trabajando en pos de que se apruebe, ya que esta ley es superadora "en cuanto a ampliación de derechos, aumenta la participación de mujeres y aclara vacíos legales de la ley de cupo que generaron la judicialización en su interpretación”, interpretó la edila del FPV.

​“La democracia sin mujeres no es democracia –explicó la edila del FPV -, por lo que debemos plantear que la creciente participación de las mujeres se transforme en una representación política efectiva para lo cual la ley de paridad de género sería una herramienta fundamental​ para lograr esta representación equitativa en los órganos de gobierno”, finalizó.