El arribo del sistema de servicio de taxis Uber no termina de concretarse en Rosario, pero el lobby se mantiene vivo por estos días. El jueves por la tarde, el gerente de la firma a nivel nacional se reunió en la Fundación Libertad y un grupo de afiliados al Sindicato de Peones de Taxis y algunos propietarios de licencias no dudaron en movilizarse hasta la puerta de la institución en Salta y Mitre para criticar el posible desembarco y hacer sentir el rigor de su descontento.

Según Mario Cesca de la Asociación de Titulares de Taxis Independiente (Atti) la presencia del directivo de Uber “se trató de una provocación al sector”. “Esta aplicación está en contra de las normativas vigentes. Lamentablemente la Fundación dice que contribuye con la sociedad pero es la “Fundación esclavitud” porque con esto afecta a miles de familias”, cuestionó.

La manifestación de los peones y titulares se nutrió de pasacalles, banderas y cánticos en contra del arribo de la empresa internacional en Rosario, entendiendo que la presencia del gerente de Uber, Mariano Otero, en un foro de comercio y servicios significó un avance en este sentido.

“Uber es una remisería trucha, la única diferencia es que en lugar de llamar por teléfono, se lo hace a través de una aplicación”, definió Cesca. Por último, cargó contra la Fundación Libertad al considerar que sus directivos “creen solamente en el Dios mercado y la gente les importa un pito porque tienen el aval del gobierno nacional”.