El ministerio que conduce Rogelio Frigerio en el gobierno nacional es "del Interior", además de Obras Públicas y Vivienda. Y desde ese rótulo, en el cierre del 52º precoloquio de Idea Centro negó que la apertura de importaciones que decretó el presidente Mauricio Macri en el verano pasado tenga algún impacto negativo en las economías regionales ni en sectores clave del aparato productivo de ese interior, precisamente.

Luego de una alocución compartida con el gobernador Miguel Lifschitz, y ante un auditorio de empresarios afines al gobierno de Cambiemos, Frigerio accedió a la pregunta de Rosarioplus.com cuando se retiraba del recinto de la Bolsa de Comercio.

--¿Cómo cierra la ecuación si el gobierno dice que apoya las economías regionales y sectores clave de la economía, pero antes abrió importaciones de productos que también se fabrican en el país?

--¿Cuáles por ejemplo?, quiso saber el ministro del Interior.

--Frutillas...

--(Interrumpió) Es el 0,04 por ciento. No es verdad que la apertura sea indiscriminada...

--Dígalo en Coronda. También quesos, carne de cerdo, zanahorias.

--Bueno... hay que ir... si nos traen datos concretos de sectores sensibles que están en peligro, y sobre todo desde el punto de vista del empleo, los vamos a exponer.

--¿Entonces el gobierno no tiene información al respecto?

--Estamos dispuestos a recibir toda la información que los sectores sensibles de la economía nos traigan respecto de la posibilidad de perder empleo. Lo más importante para nosotros es defender el empleo argentino. Estamos abiertos al diálogo. Está la responsabilidad de cada uno de los sectores de traer la información respecto de la sensibilidad de su sector.

--¿Y el debilitamiento de fuentes de trabajo en el últimos meses también lo atribuye a la fragilidad estructural heredada del gobierno anterior?

--¿Cuáles?

--Cadena metalmecánica, industria del frío, carroceras...

-- Bueno, hay cuestiones puntuales que tienen que ver con Brasil, no se pueden generalizar sectores puntuales. El nivel de desempleo en Argentina es estructural.

El Ministerio de Producción provincial y la Federación de Industria de Santa Fe revelaron la semana pasada que las importaciones en el primer semestre aumentaron en línea blanca (350%), frutillas (423%), zanahoria (90.000%) quesos (hasta 238%), pollo trozado (1300%), muebles 35%, calzado (30%), por citar algunos rubros.

Pese a todo, el funcionario macrista desgranó un análisis optimista sobre el rumbo encarado por la administración Cambiemos. Dijo que este tiempo implica "un cambio cultural en la forma de relacionarse con el otro, de diálogo aunque pensemos distinto". Igual que lo hizo Lifschitz, el ministro también pidió "construir acuerdos" y le subió la vara a su propio jefe político: "Si en cuatro años no reducimos significativamente la pobreza, habremos fracasado", afirmó.

Por lo demás, hizo un repaso siempre en clave del "antes y ahora", denostando la etapa kirchnerista y ensalzando el presente PRO del gobierno. En esa línea afirmó que "el desvelo del presidente es el empleo" y que el objetivo del gobierno son los pobres. Después brindó una conferencia de prensa en la que ratificó que el gobierno presentará un nuevo esquema de tarifas de energía, y donde aseguró que "Argentina hace cinco años que no genera empleo de calidad ni crecimiento". Precisó que esto se agravó "en octubre, cuando el gobierno anterior dejó de pagar la obra pública y la construcción empezó a impulsar el desempleo". Y, como luego sostuvo en diálogo con este medio, negó que haya problemas de empleo actuales originados en el presente. "El desempleo es estructural, viene de antes".

Este jueves, la Marcha Federal moviliza a miles de trabajadores en todo el país para demostrarle que la realidad es otra distinta al relato del gobierno.