Investigadoras del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (Cefobi) del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario diseñaron un test que permite detectar si los perros Pugs portan o no una mutación genética, y ofrecen el servicio a dueños y criaderos de todo el país y varios países de habla hispana.

El objetivo de esta prueba es saber de antemano, cuando se desee cruzar a dos pugs, si la descendencia tendrá posibilidades de desarrollar una enfermedad llamada meningoencefalitis necrotizante, conocida comúnmente como PDE (por sus siglas en inglés Pug Dog Encephalitis), muy frecuente en perros de esa raza.

Gabriela Müller y Clarisa Álvarez, creadoras del test detector, precisaron que “aún no existe un tratamiento para curar esta afección, y la única forma de prevenirla es evitar cruzar progenitores que generen una descendencia portadora de los genes mutados en doble dosis, es decir, que lo herede del padre y de la madre”.

De esta forma, se busca seleccionar las parejas adecuadas al momento de cruzarlos para bajar la incidencia de esta enfermedad. La investigadora de Cefobi recomendó hacer esta prueba “sólo si se piensa cruzar al perro o si presenta signos de meningoencefalitis, para poder distinguirla de la hidrocefalia u otras enfermedades que tienen síntomas similares”.

Test pionero en Lationamérica

El laboratorio del Cefobi es el primero de Latinoamérica en ofrecer esta prueba como un servicio, ya que hasta el momento sólo se hacía en Estados Unidos y Alemania. “La demanda surgió a partir de una veterinaria allegada que tiene un criadero de Pugs. Me puse a leer y me di cuenta que podíamos hacer el análisis con los conocimientos y técnicas de rutina que usamos en el laboratorio”, relató Müller.

El instituto comenzó a prestar el servicio en septiembre del año pasado y desde entonces se reciben pedidos de todo el país y consultas de distintos lugares de Latinoamérica. Adelantaron que “la demanda de genética de perros no está siendo cubierta en nuestro país por lo que pensamos seguir trabajando en esta línea para ofrecer análisis para otras razas”.

“Los mismos dueños del perro pueden tomar la muestra para el análisis haciéndole un cepillado bucal que luego envían al laboratorio”, afirmó la investigadora Muller, quien aseguró que hasta ahora los que requirieron este servicio “valoraron poder comunicarse en su idioma para despejar cualquier duda que surja tanto para tomar la muestra como para interpretar los resultados”.

La prueba puede solicitarse a través de la web del instituto Cefobi, y sus resultados demoran una semana desde el arribo de las muestras al laboratorio, son enviados por correo electrónico.

¿Cómo funciona la mutación de los pugs?

La afección genética de los pugs produce la inflamación del sistema nervioso central, con síntomas como convulsiones, ceguera, letargia y comportamientos extraños como caminar en círculos o apoyar la cabeza contra la pared. La PDE está asociada a mutaciones o variaciones en la secuencia de una región del cromosoma 12 de los canes que contiene genes importantes para el sistema inmune en el reconocimiento de los tejidos propios de los extraños.

A través de esta prueba las investigadoras analizan la zona del cromosoma 12 donde se encuentran las mutaciones: “Los perros, como los humanos, son de genoma diploide. Esto quiere decir que tienen herencia tanto materna como paterna”, explicó Müller y agregó  que“si el perro recibe de ambos progenitores algún gen mutado, denominado “S”, es un ejemplar SS y tiene más posibilidades de desarrollar la enfermedad”.

Müller indicó que el análisis es útil porque “si por ejemplo, mi perro es NS (“N” denomina al gen no mutado) debo buscar que el otro progenitor sea NN para que los cachorros sean NS o NN, pero no SS bajando la incidencia de la enfermedad”. Pero si el test detecta que el perro es SS, no quiere decir que necesariamente se vaya a enfermar, aclara la investigadora.

En promedio, uno de cada ocho Pugs SS desarrolla PDE y la prevalencia de la afección es mayor en hembras que en machos y en ejemplares claros que en oscuros. Sin embargo, Müller advierte que la completa eliminación de “S” no sería la solución “ya que llevaría a una gran pérdida en la diversidad genética, que potencialmente terminaría con consecuencias devastadoras en la raza”.

Las investigadoras desarrollaron el análisis empleando una técnica ampliamente utilizada en bioquímica que se llama PCR y con la colaboración de un criadero que tenía identificados ejemplares NN, SS y NS pudieron poner a punto el test. Con este tipo de técnica se pueden determinar los alelos para diversas características y enfermedades de cualquier especie, incluyendo la humana.