"No vinimos únicamente a hacer un diagnóstico, vinimos a anunciar que va a haber medidas de fuerza en la Argentina a fin de mes, les pido por favor que escuchen cuales son las razones", sintetizó Juan Carlos Schmid desde el palco central de la movilización que convocó la central obrera.  

Unos momentos antes, Carlos Acuña había hablado del deterioro de los ingresos de los trabajadores a raíz de la inflación: "Esta CGT no va a permitir que haya un piso para esta discusión paritaria, porque nosotros vamos a discutir en cada sector la posibilidad de recuperación del salario perdido".

Luego fue Héctor Daer quién precisó: "Ya pusimos en marcha un plan de lucha. La CGT ya tomó la decisión de hacer un paro de 24 horas antes de fin de mes".

Instantes después de concluido el acto, un nutrido grupo de manifestantes que no se mostró conforme con el discurso de los dirigentes ocasionó desmanes y “tomó” el palco. El principal motivo del enojo fue la falta de una fecha oficial para la medida de fuerza anunciada.

Hubo golpes de puño entre diferentes facciones de manifestantes y corridas en la zona. Algunos dirigentes tuvieron que refugiarse en el gremio de Empleados de Comercio.

“Traidores, pongan fecha”, se escuchó de entre la multitud. Y también se oyó fuerte el cántico: “Se va a acabar la burocracia sindical”.

La tensión bajó minutos después pero el reclamo quedó. Sin fecha para un paro general, los trabajadores se fueron del lugar con una certeza a medias y la bronca a flor de piel.