La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó dos recursos presentados por Hugo Tognoli, ex jefe de la Policía de Santa Fe, por medio de los cuales procuraba obtener su libertad en la causa por la que se encuentra detenido como presunto cómplice de narcotraficantes. El máximo tribunal resolvió que el recurso extraordinario presentado por la defensa es “inadmisible”, de acuerdo al fallo firmado por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rozencrantz.

El abogado Néstor Oroño, defensor de Tognoli, ya había solicitado la libertad al Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 2 de Rosario y a la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, pero ambos se la habían rechazado y prorrogaron su prisión preventiva, lo cual ahora convalidó la Corte.

Tognoli, quien fue el jefe de la División Antinarcóticos durante el gobierno de Hermes Binner y fue ascendido a jefe de Policía en la gestión de Antonio Bonfatti, ya fue condenado el año pasado por delitos similares a seis años de prisión en un juicio oral que se desarrolló en la ciudad de Santa Fe.

En tanto, en un juicio oral que está previsto para el 26 de junio en el TOF 2 de Rosario, Tognoli, otros dos policías y una veintena de imputados serán juzgados por violación a la ley antidrogas en la modalidad de comercio, agravado por haberse cometido con la concurrencia de tres o más personas organizadas a tal fin y por su condición de funcionario policial.

Cuando se elevó la causa a juicio, el fiscal Mario Gambacorta consideró que Tognoli y otros policías de alto rango encubrían las actividades del sindicado narco Andrés “Vasco” Ascaíni (41), oriundo de la localidad santafesina de Villa Cañás.

Para el fiscal, la protección “consistía no sólo en liberar la zona para el accionar delictivo, sino también en facilitarle información que le permitía evadir la persecución de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en momentos en que esa fuerza federal lo buscaba”.

Entre las pruebas aportadas por el fiscal figura un llamado efectuado por el propio Ascaíni a la seccional policial de Villa Cañás para averiguar a quién pertenecía una camioneta blanca que lo seguía desde hacía algunos días.

“Mediante el uso de una clave de seguridad de carácter restringido, Tognoli y otros jefes policiales –entre ellos Néstor Fernández, por entonces jefe de la Brigada Operativa Departamental VIII- tenían acceso a la base de datos del Registro Nacional de Propiedad Automotor”, planteó Gambacorta.

En otra oportunidad, Tognoli -quien según un testimonio recibía de los narcos 30.000 pesos mensuales como retribución por sus servicios- removió del cargo a un comisario que había mostrado interés en investigar a Ascaíni.

“No obstante no haberse comprobado hasta el momento la realización por parte de ambos funcionarios de ostensibles y típicas maniobras de comercialización de estupefacientes, sus acciones habrían sido esenciales a la conducta desarrollada por Ascaíni, puesto que Tognoli -como director general de la ex Drogas Peligrosas- y Fernández como funcionario policial calificado con acceso privilegiado a información de relevancia, habrían permitido que la figura principal de la organización dedicada al comercio de estupefacientes se desenvolviera con tranquilidad e impunidad”, señala el texto del requerimiento.