La Justicia rosarina investiga una presunta estafa cometida desde una mutual de empleados estatales -la Asociación del Personal de la Dirección de Rentas, Amper- a partir de la denuncia de un cirujano jubilado que en los últimos años llegó a confiarle depósitos por más de 27 millones de pesos y que cuando quiso retirar una parte le respondieron que su dinero no estaba. Cuando el denunciante mostró un comprobante, uno de los directivos se le rió en la cara: "Eso es papel higiénico de lujo", le espetó, según el relato volcado a Rosarioplus.com.

El caso que asoma interpela un negocio financiero casi siempre subterráneo: el flujo de dinero negro a través de los canales exentos de fiscalización que proporcionan las entidades mutuales en  la Argentina. Es parte de la denuncia encarada desde el juzgado en lo Civil y Comercial nº 7, a cargo del juez Marcelo Quiroga, quien libró allanamientos en la sede de la entidad denunciada este jueves, en Tucumán al 1700, y en la de otra mutual implicada. El propósito del magistrado es asegurar pruebas y secuestrar documentos contables. En el fuero penal, en simultáneo, hay una causa que corre en paralelo, fundada en la misma denuncia y en otras que -aseguran- están en poder de la Fiscalía de Delitos Económicos. 

Germán Schauvinhold tiene 76 años. Nació en Concordia, Entre Ríos, pero transitó la mayor parte de su carrera como médico cirujano en Venado Tuerto, donde llegó a dirigir el Samco durante 37 años y a fundar una empresa de emergencias médicas. Se radicó en Rosario desde que se jubiló, junto a su hijo menor, discapacitado. En diálogo con este medio, contó que desde 2012 empezó a confiar sus ahorros a la mutual Amper, bajo la figura de mutuo civil. En sucesivos depósitos, Schauvinhold llegó a entregar a esa entidad 27.569.187 pesos, a una tasa de interés mensual que empezó en el 6 por ciento y llegó hasta 12%, según dijo. La suma histórica, incluido el interés acumulado, asciende a unos 50 millones de pesos, según sostiene el damnificado.

La fortuna que el médico afirma haber depositado es fruto de sus años de trabajo profesional y empresario, y de inversiones tales como la renta de inmuebles de su propiedad, las utilidades de un juicio y la pensión por discapacidad de su hijo, enumeró ante la consulta sobre el origen de tanto dinero. "Tenía este dinero ahorrado que se devaluaría con la inflación, averigüé en otras mutuales y ninguna me daba intereses tan altos como ésta. Hablando con una amiga de confianza, me comentó que esta mutual guardaba su dinero", abundó Schauvinhold acerca de cómo eligió la mutual de Tucumán 1738 como destino de sus ahorros. 

La asociación mutual, como tantas otras de su tipo, se nutren de fondos gracias al cobro garantizado que implica el sistema denominado "código de descuento" directo sobre el sueldo del empleado de Rentas provincial, jubilados y pensionados afiliados. Según Schauvinhold reveló, Amper opera junto con otra mutual que comercializa préstamos de dinero. Los inversores como él, por lo tanto, aportarían a la cartera de préstamos otorgados. 

Las inyecciones de dinero a su cuenta se repitieron entre 2012 y hasta 2016 sin inconvenientes, alternando depósitos con extracciones de dinero. Pero cuando el año pasado el gobierno nacional habilitó el plan de blanqueo de capitales, Schauvinhold decidió retirar dinero y transformarlo en una inversión declarada: comprar un departamento. Así que avisó a su contacto en Amper que deseaba extraer 50.000 dólares. Entonces empezó un derrotero de idas y vueltas, dilaciones y pretextos hasta que le dijeron que "el dinero no estaba porque había sido redistribuido en créditos a los socios de la mutual", contó el inversor damnificado.

"La contadora primero me dijo que el dinero estaría a la brevedad", relató. Al cabo de unos días, él le perdió el rastro a quien era su operadora dentro de la mutual. Ya con la inquietud en aumento, Schauvinhold acudió a la sede de la entidad y quedó perplejo: el edificio lucía cerrado y deshabitado, según afirmó. Cabe aclarar que este medio se acercó a la dirección de Tucumán al 1700, donde se encuentra la sede de la mutual, y se encontraba en funcionamiento, con personal trabajando y ventanas abiertas.

Schauvinhold contó que consiguió reunirse con dos directivos y que estos reconocieron su derecho sobre el dinero reclamado. Pero los días pasaron y Schauvinhold no recibió ni plata ni comprobantes del acuerdo ofrecido, según precisó. Una semana después, sus interlocutores le dijeron que "el dinero no está más y no piensan pagar un peso", contó. "Incluso, con tono de burla, uno de ellos tomó un comprobante con el sello de Amper y dijo 'Esto es papel higiénico de lujo', una forma provocadora para enojar", agregó el denunciante.

Schauvinhold denunció a Amper ante el fuero civil y comercial, y también en el fuero penal, donde la semana pasada ratificó y amplió su denuncia. Los cargos apuntan a la figura de estafa agravada y eventual comisión del delito de asociación ilícita. Su abogado llevó a Tribunales la hipótesis de que la mutual y otras vinculadas establecieron una red de operaciones financieras que derivaron en la estafa a sus inversores. "La mutual prestaría dinero a crédito a sus afiliados y a otros socios, y por medio de otras mutuales más pequeñas que estarían involucradas. todo con fondos del personal estatal afiliado y de quienes le depositaron dinero", resumió el denunciante a Rosarioplus.com. Y en este sentido, agregó que existen como él otros damnificados, pero que esos no denunciaron la estafa debido a que no pueden justificar de manera fehaciente ante la Afip la procedencia de esos dineros. "No somos pocas las personas que de buena fe depositamos ahorros en Amper bajo la figura del mutuo civil y hemos sido estafadas", concluyó.