Desde el Ejecutivo local esperan que no se discontinúen las negociaciones con el Gobierno nacional por los proyectos de ejecución de obras en los Bajos del Saladillo y su entorno, luego de que en las últimas semanas el tema quedara relegado y, a la par, se enfriaran las relaciones. Nación puede hacerse cargo o dar un aval para que el municipio acceda a créditos internacionales, pero por ahora no hay una reunión en el horizonte. 

Luego del segundo revés en el Concejo y no obtener la autorización para endeudarse en el mercado de capitales para realizar obras, la intendenta Mónica Fein apostó por negociar directamente con Mauricio Macri para avanzar con uno de los puntos del paquete: recuperación de los Bajos del Saladillo, cortada Mangrullo, Brazo Seco del arroyo y 500 soluciones habitacionales.

Así, se envió un pedido de audiencia, que fue contestado por Presidencia solicitando el detalle de las obras, el cual se respondió pero hasta ahí llegó la comunicación. Es ese escueto interés de Nación lo que no quieren que se pierda desde el Palacio de los Leones. Semanalmente esperan el sobre con el membrete de Presidencia, pero todo parece estar paralizado y supeditado a las elecciones, o al menos al humor de la Casa Rosada.

Las opciones que se manejan son dos: que Nación ponga los 50 millones de dólares, o que le den el aval para ser incluidos en créditos internacionales de entidades externas. Lo primero parece no tener mucho futuro, aunque desde el entorno de la intendenta se convencen de que “alguna obra de mucho impacto debe realizar Nación en la ciudad”.

La segunda opción es la más viable y es la que “esperan de mínima” desde la intendencia. Es que la obra ya tiene aprobadas las calificaciones técnicas de organismos multilaterales desde el año pasado, ocasión en que no obtuvo el ok de Nación para avanzar. Esta segunda oportunidad se presenta en otro escenario y desde el Palacio de los Leones se justifican en que hasta proponen que lo pague la propia Municipalidad.

Parece ser que sólo requieren de una firma, aunque el tema es más complejo. La distancia entre el Pro local y Fein se agrandó luego de que no le aprobaran el endeudamiento, cuestión que echó en cara toda vez que pudo, incluso en el discurso del 20 de Junio con el propio Macri sentado al lado y hasta en la mesa de Mirtha Legrand. Aquel Día de la Bandera desde el Ejecutivo esperaban un anuncio, o al menos algún indicio, pero el único contacto entre los mandatarios fue un beso en la mejilla de bienvenida y otro de despedida.