Grupos de manifestantes intentan bloquear este viernes en tono festivo, pero también de forma violenta, desde primeras horas de la mañana los accesos a los puntos donde el público puede contemplar la investidura presidencial de Donald Trump y el posterior desfile.

Desde bien temprano, decenas de manifestantes de organizaciones de derechos humanos y de izquierda, entre ellas Black Live Matter (las vidas negras importan), se juntaron frente a varios puestos de control que permiten la entrada a las celebraciones y, por momentos, lograron frenar la entrada del público. 

Con bailes, banderas arcoiris y carteles de "No a Trump", decenas de manifestantes se concentraban en las entradas del público a los diversos puntos de la Avenida Pensilvania o la explanada del National Mall donde se puede contemplar la investidura.

Voceros de las organizadores dijeron que su intención es bloquear el ingreso de los simpatizantes del presidente electo Donald Trump, pero también tratar de demorar el inicio de la ceremonia de asunción.

"No forma parte de la democracia poner puestos de control, tenemos derecho a protestar de manera pacifica", gritaron los manifestantes, abucheados por los partidarios republicanos.

Rápidamente, la Policía apartó a los activistas a empujones y liberó una zona con un cordón humano integrado por decenas de efectivos para improvisar un corredor para que los simpatizantes de Trump pudieran acceder al predio para seguir la asunción.

La escena, que incluyó forcejeos y empujones pero no detenidos, se repitió en numerosas oportunidades en diferentes puntos de acceso al predio, pese a que las protestas se encuentran prohibidas durante el día de hoy en la mayor parte de la ciudad de Washington.

Posteriormente y poco antes de la jura del presidente Donald Trump algunos grupos de jóvenes anarquistas eligieron realizar cadenas humanas para bloquear las entradas al evento de toma de posesión del presidente electo Trump, aunque no se ha informado de altercados graves.

Al mismo tiempo, una centena de integrantes del grupo Black Bloc logró engañar a la Policía al cambiar sus ropas por buzos, camperas, capuchas y bufandas negras, características del movimiento radical. 
Los anarquistas, en sus corridas por las calles de la capital de Estados Unidos, buscaron evitar el contacto con los efectivos policiales que los persiguió en bicicletas y motos, pero también desde el aire con un helicóptero, mientras lanzaba gases lacrimógenos para dispersar a los activistas.