Suficientes idas y vueltas para Paolo Montero. Al DT canalla se le terminó la paciencia respecto del complejo mercado de pases del fútbol argentino y quiere cerrar la danza de nombres que podrían llegar a Arroyito. En conferencia de prensa, el entrenador se mostró preocupado por conocer qué refuerzos finalmente podrían sumarse al equipo, pero defendió la manera en que la dirigencia del club de Arroyito viene manejando las contrataciones.

El entrenador consideró que sería prudente poner plazos para la llegada de algunos jugadores como Diego Ruso Rodríguez y Leonardo Gil. “Tendríamos que poner un ultimátum para  terminar esas negociaciones y tener más tiempo de poder trabajar", analizó. “La dirigencia canalla continúa buscando un zaguero. Los dirigentes están viajando a Buenos Aires, y si Dios quiere esta semana se resuelve", remarcó

Montero reconoció que el mercado está complicado y todos los clubes están teniendo inconvenientes para las contrataciones. "A los representantes les conviene decir que tal club quiere a un jugador suyo. Sirve para hacer otra mejor negociación", sostuvo, respecto de los rumores multiplicados en redes sociales sobre varios jugadores. "Agradezco que me consideren tan importante como para ponerse contentos por sacarme a un jugador. Yo pienso en otras cosas", remató. 

Respecto del inminente partido de La Copa Santa Fe contra Unión, que se jugará el sábado, aseguró que “van a ir más jugadores titulares, para que hagan fútbol y para ver su juego”. Por otra parte, avisó que el amistoso con San Lorenzo se suspendió porque “ese día es el partido de vuelta con Unión por esta copa” y era imposible coordinar ambos.

El entrenador canalla también respondió a preguntas sobre Galván y su pase frustrado: “No lo critico por elegir Colón. Muchas veces no sabemos las decisiones que toman los jugadores. Por lo pronto siguen las mismas tratativas, buscamos un plan B o C en este sentido”. En cuanto a la caída de Tesillo, precisó que “el presidente de su club cambió la cifra el último día, y lo hizo para no venderlo”. Reconoció que es difícil encontrar un central, “no hay muchos en el mundo”.