Los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), se encuentran en alerta permanente. Con la complicidad de los gremios Ate lista bordó, Apumag y Upcn denunciaron el vaciamiento continuo por parte del gobierno nacional, el recorte de funciones y principalmente el peligro de que sean las mismas empresas agroexportadoras quienes controlen los productos. Advierten que “van por el desguace” del organismo.

Reunidos en asamblea, recalcaron que “con la modificación de la resolución 260/14 se excluye a los aceites, harinas y subproductos de la intervención obligatoria del Senasa, quedando a merced de las corporaciones el control de los productos". Pero lo peor, advirtieron, puede venir más adelante si se resuelve tercerizar otros controles, como por ejemplo, el del sector cárnico.

Marina Magnani, concejala de Rosario por el Frente Para la Victoria, participó del cónclave y destacó que achicar las funciones en el Senasa “es grave”. En diálogo con Rosarioplus.com la edila recalcó que la preocupación central es la pérdida del control sanitario por parte del Estado y explicó: “La idea es que estos controles pasen a manos de terceros o los realicen los propios agroexportadores".

La resolución del Gobierno Nacional, que además de las consecuencias a la vista podría acarrear una pérdida de puestos de trabajo, beneficiará principalmente a las multinacionales que antes pagaban por un servicio de control. La ecuación es sencilla: más control y más sanidad, implica más gastos para las empresas.

“Los agroexportadores le plantearon al gobierno nacional que ya no pagarán. Ahora se tomó la medida y el problema es que esto se haga extensivo, por ejemplo, al sector de la carne” advirtió Magnani, al tiempo que recordó los brotes de aftosa que ocurrieron durante el menemismo cuando se tomó una medida similar.