El aumento de los combustibles, que tras varios días de espera se comenzó a implementar en el país, tiene un fuerte peso en la estructura de costos de la economía rosarina y es un factor que afecta directo el precio de otros servicios.

Uno de los sectores a los que más afecta la suba, que autorizó el Gobierno Nacional, del 8 por ciento en el precio del combustible es el de los taxistas.

"Ahora los concejales están en el receso, pero partir de febrero nos sentaremos a discutir la nueva tarifa y en ese momento seguramente vamos a pedir un aumento", afirmó Horacio Boix,  secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, en diálogo con Rosarioplus.com.

Según comentó el taxista, la situación del sector es "delicada y compleja", ya que los costos para mantener una unidad se incrementan a diario pero la cantidad de pasajeros se reduce cada vez más.

"No vamos a subir mucho la tarifa porque por cobrar un poco más el servicio podemos perder más pasajeros", remarcó Boix y agregó: "Notamos que mucha gente no se fue de vacaciones pero no tiene dinero para tomarse un taxi".

Durante 2016, los taxistas tuvieron un retroceso de entre el 25 y 30 por ciento en la cantidad de servicios prestados y, además, registraron una importante pérdida de personal por la baja rentabilidad del trabajo.