El hombre que fue detenido este martes luego de asesinar a su esposa y a la hija de ambos, de dos años de edad, compareció este miércoles ante el juez Héctor Núñez Cartelle, quien ordenó su traslado al instituto neuropsiquiátrico de la localidad de Oliveros, para que los profesionales lo sometan a un peritaje y elaboren un diagnóstico acerca de su salud mental.

El fiscal de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte precisó que “se busca determinar el alcance de su patología para luego hacer la audiencia imputativa, porque aún no queda claro su entendimiento sobre sus actos”. Trascendió este mediodía en Tribunales que el joven detenido, Iván F., sólo atinó a decir: "Soy un hijo de puta, eso soy".

El martes, como ninguno de los dos había ido a trabajar ni contestaban sus teléfonos -él era empleado de General Motors, y ella de Falabella- familiares acudieron a la casa que habitaban en Vilarino 3784, del barrio Acindar, acompañados por la policía. Y encontraron en el living comedor a Fernanda Laconca y a su beba, Camila, asesinadas a puñaladas y abrazadas sobre una mesa, y a F. inmóvil y ensangrentado en un rincón.

Un allegado a la tragedia contó a Rosarioplus.com los indicios que pudieron haber anticipado semejante atrocidad.

El magistrado no lo imputó aún porque quiere el diagnóstico científico para saber si F. es imputable o no. Malaponte contó que la orden judicial fue internarlo de forma aislada en la Colonia Psiquiátrica de Oliveros ó en el Centro de Salud Mental Agudo Ávila hasta la realización del peritaje, “que pueden llevar varias sesiones de los diferentes profesionales”. La decisión del aislamiento es “para proteger a otros pacientes y a sí mismo de quitarse la vida, por lo que su internación será con custodia policial”, destacó el fiscal a cargo del caso.

Hasta el momento se realizaron dos informes psiquiátricos de profesionales individuales que mantuvieron entrevistas de corta duración con el detenido, donde “se detectaron ideas suicidas y comentarios sobre atenciones psiquiátricas previas”.

Los primeros indicios y pruebas halladas, destacó Malaponte, son “antecedentes psiquiátricos agudos”, internaciones y atenciones “en múltiples oportunidades” según aportaron desde su obra social, y en la vivienda se encontraron certificados y “una libreta con inscripciones que serían del detenido” y podrían aportar a las pericias.